El sector de los vehículos eléctricos generará unos beneficios de hasta 13.500 millones de euros en 2030, de los cuales 6.000 millones procederán de Estados Unidos (EE.UU.), 5.000 millones de la Unión Europea (UE) y 2.500 millones de China, según un estudio elaborado por la consultora Bain & Company.
El informe, titulado ‘Electric vehicle charging shifts into high gear’ (La carga de vehículos eléctricos cambia a alta velocidad, en castellano), recuerda que la guerra derivada de la invasión rusa de Ucrania ha intensificado los esfuerzos de todos los países del mundo para conseguir sus objetivos vinculados a las energías renovables y los vehículos eléctricos.
En esa línea, considera que las infraestructuras y los servicios de recarga son una nueva oportunidad de negocio «crucial y estratégica». De hecho, el Parlamento Europeo aprobó esta misma semana una propuesta legislativa para que sea obligatorio que en la red de carreteras de la UE haya estaciones de recarga cada 60 kilómetros y de hidrógeno cada 100 kilómetros.
La consultora destaca que, a corto plazo, la inversión en el sector se destinará a construir todas las infraestructuras necesarias y también apunta que la rentabilidad de las estaciones de recarga en carretera «dependerá de que se alcance un índice de uso elevado» de los vehículos eléctricos.
No obstante, advierte de que «dominar este sector» requerirá «un gran gasto de capital» en una red de estaciones de recarga rápida (de más de 150 kilovatios) cómodas y fiables y capaces de ofrecer una «excelente experiencia» al cliente.
Por otro lado, estima que es «muy probable» que, en el futuro, la fuente de beneficios más importante de la recarga doméstica y corporativa esté vinculada a los servicios de energía inteligente de nueva generación, como la recarga de vehículos a través de la red o en casa.
«Estos servicios representarán cerca de un tercio del conjunto de los beneficios en 2030, y serán cada vez más relevantes a medida que crezca el volumen de energía solar y eólica. Esto permite a las compañías eléctricas explotar la capacidad de almacenamiento de las baterías de los coches para equilibrar mejor la oferta y la demanda», añade el estudio.
DIFERENCIAS ENTRE LA UE, EE.UU Y CHINA
La consultora hace hincapié en que los mercados de recarga de vehículos eléctricos en Europa, EE.UU. y China se diferenciarán en función de la cuota de ventas de coches eléctricos, los hábitos locales de conducción y de recarga (punto este último muy ligado al tipo de vivienda predominante) y también por la regulación de sus mercados.
«Para 2030, por ejemplo, se prevé que los vehículos eléctricos de batería representen el 55% de las ventas totales de automóviles en Europa, frente al 40% en China y el 32% en Estados Unidos», según las previsiones recogidas en el estudio.
En cuanto al tipo de vivienda predominante en cada región, destaca que en EE.UU. el 82% de la población vive en casas unifamiliares, frente al 60% en la UE y el 37% en las principales regiones urbanas de China.
«Mientras que los consumidores de las zonas suburbanas de Estados Unidos y Europa podrán recargar en sus casas, los consumidores que viven en zonas urbanas densas, como en China, se verán obligados a recargar en otros lugares, como el lugar de trabajo, restaurantes o durante sus desplazamientos», ha opinado el socio de Bain & Company Eric Zayer.
Acerca de la regulación, el estudio considera que la «compleja normativa estatal» de EE.UU. afectará «significativamente» al establecimiento de la red de recarga para vehículos eléctricos y «podría ralentizar la generalización» de los mismos.
«La Unión Europea pretende crear un marco político para mejorar el suministro de energía y ampliar los servicios, mientras que el mercado chino seguirá estando fuertemente regulado y concentrado. Es probable que estas condiciones aceleren el desarrollo de estos servicios», destaca por otra parte.
OPORTUNIDADES DE INVERSIÓN POR TIPO DE ESTACIÓN
En cuanto a los distintos tipos de estaciones para vehículos eléctricos, el estudio analiza las particularidades de puntos de recarga en trayecto, domésticos, en destino o en el lugar de trabajo.
Sobre la recarga durante el trayecto, desgrana que las estaciones de alta velocidad «requieren una gran inversión», entre 30.000 y 150.000 dólares por unidad, al tiempo que señala que la fiabilidad, la comodidad y servicios añadidos para el cliente serán «fundamental para su éxito».
Acerca de la recarga doméstica, el informe apunta que los usuarios priorizarán la facilidad de instalación, la accesibilidad de los precios, los ‘packs’ con la compra de un vehículo eléctrico, el ahorro de electricidad y la protección contra los cortes de energía.
En cuanto a la recarga en destino, el estudio ahonda en que los inversores deben tener en cuenta la selección de ubicaciones concurridas, como supermercados o restaurantes, y el tipo de cargador adecuado en función del tiempo que los consumidores suelen pasar en el establecimiento.
Por otro lado, los puntos de recarga en los lugares de trabajo necesitarán cargadores que sean fáciles de manejar y de bajo coste, asegura.