El sector de la construcción no pasa su mejor momento. Los agentes implicados temen que el desamparo actual por parte del Gobierno pase factura a corto plazo.
El alza continuada de la tasa de inflación, la guerra de Ucrania, la subida del precio de la electricidad y el aumento en el coste de los materiales ha complicado mucho la estabilidad del sector de la construcción. Estabilidad, por otro lado, bastante débil tras la pandemia de 2020 y dependiente del reparto de los fondos Next Generation EU.
Es más, el mercado de la construcción español ha sido uno de los más afectados en Europa. Mientras que el continente ha experimentado una subida interanual del 2,8%, España ha sufrido el efecto contrario con una bajada del 5%, según los últimos datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).
No obstante, las esperanzas del sector pasan precisamente por la adjudicación de esas ayudas europeas que gestiona el Gobierno español y que esperan que se consume por una partida de unos 6.000 millones de euros.
Argelia o Egipto pagan mucho menos por sus insumos energéticos, y esto, tarde o temprano
Un dato más que significativo es dato del número de empresas del sector que, en casi 15 años, han experimentado un descenso del 32%. En apariencia, la situación sin embargo parece otra desde el punto de vista de las exportaciones.
El sector de la construcción facturó a cierre de 2021 30.400 millones de euros, unos 13.000 millones más que el año anterior. Y lo que resulta más significativo es la cifra del primer semestre de este año, 22.000 millones de euros, frente a los 16.700 del mismo periodo de 2021. Sin embargo, esta última cifra puede llevar a engaño, ya que el aumento se debe más al elevado coste de los materiales y del transporte (subida del gasoil) que al aumento en sí del número de las exportaciones.
OFICEMEN CONFIRMA LA DESAELERACIÓN DEL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
Si bien el precio de la vivienda continúa subiendo y el anuncio de la construcción de nuevas promociones por parte de las promotoras tampoco cesa, el sector de la construcción asume su propia desaceleración. Así lo confirma la patronal de las entidades del cemento, Oficemen (Agrupación de fabricantes de cemento en España), quien confirma el descenso en la demanda de materiales en 0,2 en los primeros meses de 2022, y respecto al mismo período del año pasado. Lo que representa una cifra de 11millones de toneladas menos.
Dentro del sector de la construcción, las cementeras españolas han experimentado una caída del 3,4% interanual del consumo del cemento, síntoma de la desaceleración de obra nueva y quinto mes consecutivo en descenso. A todo esto se añade una caída del 5,4% de las exportaciones de cemento. Una cifra bastante significativa si además se tienen en cuenta el crecimiento del 2% en las importaciones del mismo material.
El director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, ha querido señalar lo crucial de los datos sobre las exportaciones e importaciones y su efecto.
la evolución de este parámetro porque indica que la pérdida de competitividad no está afectando ya sólo a nuestra actividad exterior, sino también al mercado doméstico
Desde Oficemen denuncia que las entidades importadas superan ya el 1,6 millón de toneladas y que se importa de manera especial el clínker, uno de los materiales base del cemento con grandes costes energéticos. As,í Zaragoza asegura que otros países como Argelia o Egipto no encuentran tantas dificultades ante el costo de la energía, por lo que considera que no se trata de la misma competencia.
LAS SUBVENCIONES DEL GOBIERNO
El sector de la construcción genera más de 1,3 millones de empleos a nivel nacional, y los últimos datos del paro reflejan que fue el sector inmobiliario en general uno de lo pocos en que ha experimentado un significativo aumento del empleo del 6,9% en comparación con el aumento del paro nacional en 0,6%.
Dado el aparecer de la buena situación del sector inmobiliario resulta bastante discordante la crisis que sufre el sector de la construcción hoy en día, y más concretamente las empresas cementeras. No obstante, se puede entender al ser las primeras que sufren los altos costes de las materias primas.
Las esperanzas del sector pasan por un reconocimiento por parte del Ejecutivo y la concesión de las solicitadas ayudas europeas al Plan de Rehabilitación, a parte de las medidas concretas para apaliar la crisis energética y del gas.
En el contexto, la «Excepción Ibérica» consideran que es el inicio y un gran paso hacia la regulación de los precios, pero reconocen que es insuficiente y apuntan a que deberían reducirse los tiempos para las subvenciones. Con todo el sector de la construcción mantiene la confianza en que los 6.000 millones de euros correspondientes a las ayudas Next Generation consigan revitalizar uno de los sectores clave del inmobiliario español.