De momento ya han prohibido los coches sin etiquetas para cuidar el aire y, ahora, las dos ciudades más grandes de España empiezan a limitar aún más la entrada de los vehículos a motor. Así, desde el primero de enero, los coches con pegatina B tendrán los distritos centrales de ambas ciudades restringidos. En 2023 serán otras 147 ciudades de España las que sumen a estas medidas.
EL TRABAJO
Lo cierto, más allá de las limitaciones específicas aprobadas de momento, es que las grandes ciudades de España, y Europa, están trabajando con la idea de expulsar del todo los vehículos de motor. Es una política generalizada en buena parte del mundo desarrollado que debería servir para cubrir con los objetivos de desarrollo sustentable del país. Sumado al aumento del precio de los combustibles fósiles y las medidas de subsidio al transporte público, esperan alejar a las personas del transporte personal y a después que quienes compren coches se decanten por vehículos eléctricos.
Esto se ha sumado a la estrategia de las empresas de coches, que cada vez más aumentan la producción de vehículos eléctricos, y un paso más para el reemplazo de los combustibles fósiles por energías renovables en los próximos años. Es una política que han ido aplicando varias de las grandes capitales del mundo, aunque en algunas no ha sido de forma abierta. En cualquier caso, en España esto se suma a los esfuerzos de peatonalización de los últimos años.
2035 EL LÍMITE PARA EL COMBUSTIBLE FÓSIL
En el caso europeo desde 2035 no podrán comercializarse vehículos con motor de combustión interno. Si bien hay algunas voces desde la industria del motor que piden que se cambie este criterio en la práctica no parece que la Unión esté demasiado interesada en cambiar su posición. Los problemas de abastecimiento y los aumentos del precio del petróleo relacionados con la guerra en Ucrania probablemente solo hayan afianzado la convicción.
la decisión de restringir el movimiento de los vehículos con pegatinas B y C no es particularmente difícil
Esto hace que la decisión de restringir el movimiento de los vehículos con pegatinas B y C no sea particularmente difícil. Si a eso se le suman los esfuerzos de los Taxis y las VTC de electrificar del todo sus flotas, parece ser que es un empuje general para al menos disminuir los coches de motor en uso. Son medidas que poco a poco ponen una fecha de caducidad a los vehículos, incluso a los que ya descansan en el garage de algún usuario.
De cualquier forma, aún quedan 17 años para el límite, por lo que lo normal es que las medidas sigan a ritmo de goteo. Si bien el reglamento actual deja una buena parte de la flota a motor fuera de los distritos centrales de Madrid y Barcelona, aún pueden funcionar en los alrededores, y entrar en caso de que el usuario cuente con un empadronamiento en la zona.
MADRID 360 Y LOS COCHES ELÉCTRICOS
En la capital, uno de los puntos que se ha defendido es el proyecto Madrid 360. La idea de hacer el aire cada vez más limpio es un punto clave en la ciudad, y lo cierto es que es un tema en boga en muchos centros urbanos. Mientras otras de las grandes urbes del planeta parecen no tener grandes opciones para peatones, en Europa es imprescindible y es de esperar que se insista en este punto.
Ya en 2020, aún con el telón de fondo de los encierros y la Pandemia, se anunciaban otros 200.000 kilometro cuadrados que serían peatonalizados. Son pasos evidentes para que la ciudad sea más amable para los ciudadanos de a pie, aunque eso también quiere decir que es más complicada para los usuarios de los coches particulares. Es un camino compartido por la mayoría de las grandes ciudades de la Unión Europea.
BARCELONA Y SUS EJES VERDES
En la ciudad condal se ha repetido el mismo patrón, donde a medida que se ha trabajado para peatonalizar la ciudad y reducir que su nivel de contaminación se ha ido restringiendo el uso de vehículos de motor tradicional. Los proyectos de los Ejes Verdes y la remodelación de varias zonas del centro de la capital catalana cumplen en el fondo la misma función que los de Madrid.
Son medidas para cambiar radicalmente la forma en que los habitantes, y visitantes, se relacionan con las ciudades
Son medidas que esperan que sirvan para cambiar radicalmente la forma en que los habitantes, y visitantes, se relacionan con las ciudades. Sin embargo, la llegada de los vehículos eléctricos deja dudas en estas transformaciones. Para saber si realmente será una mejor forma de diseñar estos espacios hará falta primero medir que tan común se convierten los vehículos eléctricos de uso particular.