viernes, 22 noviembre 2024

Madrid mima la liberalización del taxi para que compita con los VTC

La comunidad de Madrid ha mantenido siempre la línea de aumentar las «libertades» a la hora de tomar las decisiones. Es como enfrento el tema de la pandemia, como afronta temas de sanidad y como ahora afronta el choque entre los taxistas y los VTC. Ahora que ha terminado la moratoria del decreto, el ex ministro de Fomento, José Luis Ábalos, fue una de las primeras en regularizar empresas como Uber y Cabify. Esta misma posición es la que les ha llevado a presentar libertades de precio y horario a los taxis para que puedan competir.

Ahora la Comunidad de Madrid aprueba una nueva normativa, un texto que permitirá que los taxistas reduzcan sus precios de precontratación hasta un 15% desde el próximo uno enero para competir con los precios de los VTC. La medida va en línea con las posiciones tomadas desde el gobierno de la comunidad en los últimos meses, y que hasta ahora los taxistas han rechazado.

Según el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, la medida es parte de una política de «dar más flexibilidad al taxi, antes que regularizar las VTC». Más allá de que tan controvertida pueda ser la nueva medida ciertamente demuestra que desde la comunidad no planean cambiar su acercamiento a este tema.

UNA COMPETENCIA MÁS COMPLETA

La nueva medida de la Comunidad de Madrid espera ayudar a los taxis a recuperar terreno en un área donde se habían visto arrollados por las nuevas opciones de transporte. Aunque el sector ha podido mantener la exclusividad de «la mano levantada» en la pre contratación, habían sido superados con creces. 

La nueva medida de la Comunidad de Madrid espera ayudar a los taxis a recuperar terreno

Lo cierto es que, con la excepción de horarios muy específicos, el revisar el precio en cualquier aplicación de transporte mostraba que los taxis solían ser algo más costosos. Esto se debe, entre otras cosas, a que las diferentes asociaciones de Taxis suelen tener acuerdos en cuanto al precio que deben tener los viajes, y a la siempre riesgosa medida del taxímetro. Son números que, más allá de las características específicas del sector, suelen empujar a los usuarios a otras opciones.

EL REFERÉNDUM DE LOS TAXIS

Lo cierto es que desde el lado de los taxistas poco a poco han ido caldeando la situación. Tan solo la semana pasada organizaron un referéndum para demostrar grupalmente su rechazo a las nuevas medidas de la comunidad. En el mismo, unos 1.500 taxistas votaron para demostrar su rechazo a las nuevas medidas. Según los mismos, la liberalización que se propone desde la comunidad afecta directamente las condiciones de trabajo y la calidad del servicio taxi en la capital.

Según ha expresado el presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM), Julio Sanz, la protesta fue hecha con la intención de aclarar la posición de los taxistas. «Queremos trasladar a la comunidad lo que quiere el colectivo y que esta herramienta les sirva para regular en condiciones», sentenció, recordando que sabía que el instrumento no era vinculante.

Después fue aún más radical en su posición «No sé si se quiere castigar a un sector como el del taxi o simplemente nos desprecia, que no sé que es peor… porque despreciar a 25.000 familias que viven de este sector es muy grave», expresó con molestia el mismo jueves cuando se realizó el evento. 

regular de forma que tanto los taxistas como las VTC salgan felices parece una tarea imposible

Lo cierto es que regular de forma que tanto los taxistas como las VTC salgan felices parece una tarea imposible. Incluso en zonas como Andalucía, donde se ha puesto limitaciones a las primeras, pero sin prohibir su actividad, como se hizo de facto de Cataluña, los taxistas han salido a las calles a protestar. Por tanto, es complicado pensar que hay una regulación posible que cumpla con los lineamientos que ha presentado históricamente el gobierno de Madrid y que no genere molestia entre los taxistas.

UN FUTURO COMPLICADO

En cualquier caso, la nueva medida no parece estar destinada a resolver el conflicto. Desde la capital probablemente aún se verán nuevas protestas del sector taxi, que exige cada vez más abiertamente la eliminación de las VTC. Esto último ni siquiera se contempla en la comunidad autónoma, y con todo apuntando a la reelección del la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, las nuevas opciones de transporte aún tendrán vida legal en la capital.

Lo que puede generarles un problema son de hecho sus conflictos internos. Uber tiene un largo año lleno de controversias internas y externas, que ya les ha causado perdidas en la bolsa, y Cabify está enfrentando un choque importante con sus conductores por las condiciones del nuevo contrato de Vecttor, la empresa que se encarga de contratar a los conductores de la App que se sigue presentando como intermediaria.

De todos modos, toca esperar por otros tres meses para ver los efectos de esta nueva medida. Lo que si parece evidente es que, al menos en Madrid, los taxistas tendrán que competir con las aplicaciones para sobrevivir y que necesitaran presentar nuevas opciones para ello.


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