La producción de hormigón en España alcanzó los 6,3 millones de metros cúbicos en el segundo trimestre del año, lo que representa una caída del 7,6% respecto al mismo periodo del año pasado, según el último informe trimestral de la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop). Entre los factores que han provocado este descenso están los incrementos de coste en los proyectos de construcción y el gran número de licitaciones desiertas debido a la inflación, lo que ha provocado renunciar a contratos y la paralización de proyectos.
«La variación en los precios implica la necesidad de renegociar proyectos o procesos de licitación, en los que no existe un modelo de ajustes de costes y lo que ha conllevado que proyectos de ejecución no sean viables a los costes inicialmente previstos», ha explicado la patronal. La guerra de Ucrania y la incertidumbre económica asociada provocó una ralentización en la producción durante el primer trimestre del año y ha continuado entre abril y junio. Por ello, Anefhop ha cambiado sus previsiones y espera ahora que el sector cierre el año con una caída del 5%.
Por ahora, la producción del cemento sí ha crecido ligeramente, un 1,3%, pese a la bajada de consumo del mismo, que puede deberse al efecto stock, que ha llevado a adelantar la demanda previa a la subida de los costes para poder amortiguar de forma parcial el impacto al suministrar las obras contratadas a precio fijo. «Además, los datos de cemento indican una bajada también del consumo en el tercer trimestre, mientras que la inflación, especialmente en la construcción, se mantiene muy alta. Incluso las cifras de crecimiento de España para 2022 y 2023 se están ajustando a la baja», ha argumentado Anefhop.
En este periodo, solo cuatro comunidades autónomas consiguieron superar la cifra de producción de 2021. Islas Baleares, gracias a la recuperación de la actividad turística y los proyectos de construcción, lideró este crecimiento, junto a Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha.