Los buñuelos de viento son una de las recetas más tradicionales en España. Es un dulce clásico para la celebración del día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, aunque desde luego es un delicioso bocado que se puede disfrutar en cualquier época del año. Se llaman ‘de viento’ porque al cocinarse se hinchan al doble de su tamaño, como si fuese un globo, quedando huecos por dentro. Por lo tanto, conseguir este efecto es la clave para que los buñuelos queden perfectos, y para ello hay que seguir al pie de la letra una serie de trucos.
1UNA RECETA MUY ANTIGUA
El origen de los buñuelos de viento no se conoce, pero parece remontarse a muchos siglos atrás. Catón el Viejo, en el siglo II aC, ya mencionaba, en su libro “De Agri Cultura“, una receta de unos dulces a los que llamaba ‘globos’. En el siglo XI también se registró en la península una receta árabe que se popularizó en Sevilla y se preparaba con una masa de agua y harina fritas en aceite hirviendo. Se cree que esa receta comenzaron a prepararla los vendedores ambulantes moriscos en varios puntos de Andalucía. La receta actual ha sufrido alguna variación, pero la esencia es la misma. Aquí te dejamos el paso a paso para que hagas en casa unos buñuelos de viento perfectos.