El próximo 31 de octubre finaliza el plazo del concurso de la antigua fábrica de Nissan en Barcelona. Es por eso por lo que Merlin Propeties junto con Mecalux, empresa fabricante de almacenes y proveedor de tecnología, han lanzado una propuesta de 350 millones en la que prevén levantar una plataforma robótica, otra de carácter logístico y también un data center.
El concurso promovido y licitado por su actual propietario, el Consorcio de la zona franca de Barcelona, finalizaba el pasado mes de agosto. Sin embargo, se han producido hasta tres prórrogas, la ultima finaliza este mismo mes. Aunque, los precedentes no aseguren que se no vuelva a retrasar una cuarta vez.
Las decisiones han sido llevadas a cabo con el objetivo de lograr las mayores garantías para el proceso, pero también se puede entender por la necesidad de algunos interesados de ampliar los plazos del concurso de cara a la búsqueda de inversores.
MERLIN, MECALUX Y CILSA
Merlin Properties, a través de Cilsa, el gestor de suelo logístico supeditado al Puerto de Barcelona, y Mecalux han cerrado un proyecto conjunto de propuesta para adquirir los terrenos de las fabricas del fabricante japones Nissan.
Las dos entidades han firmado un acuerdo de una inversión de 350 millones de euros y dividido en dos partes. Merlin, en primer lugar, se encargaría de desarrollar toda la parte logística del proyecto, mientras que Mecalux haría lo propio, pero con una fábrica de robótica (Mecalux ya tiene una en la localidad barcelonesa de Conellá). Además, el proyecto también contempla la edificación de un centro de datos.
De confirmarse la adjudicación para el binomio Merlin-Mecalux las condiciones del contrato de los antiguos terrenos de Nissan pasan por una cesión de la zona de 50 años y un canon de no más de 10 millones de euros por año.
No obstante, la competencia para Merlin es bastante grande. El principal motivo es que el proyecto presentado por la compañía inmobiliaria y el proveedor de tecnologías no se ajusta al 100% a las bases del concurso, que exigen proyectos de carácter sobre todo industrial para poder acoger a los antiguos trabajadores de la planta de Nissan.
En la línea, el principal competidor, y desde hace meses, es Goodman en su alianza con D-Hub, el hub de descarbonización formado por QEV y B-Tech. No en vano, estos socios fueron los que en teoría pidieron al Consorcio la ampliación del plazo del concurso con el fin de lograr más financiación por parte de sus inversores.
En principio, Goodman y ‘el hub’ prevén una inversión de 1.800 millones de euros en un plazo de cinco años y una propuesta que alberga la producción de vehículos industriales.
ZONA FRANCA Y PLANTA DE NISSAN
La antigua planta de Nissan es uno de los activos más codiciados del mercado inmobiliaria desde hace así ya un año cuando el fabricante japones cerró sus fábricas en la Zona Franca de Barcelona.
Tras 40 años Nissan abandono estos terrenos para centrarse en su estrategia expansionista dentro de su propio país, Japón. Con esta decisión la entidad automovilística dejo las cuatro plantas que operaba en la zona y a miles de trabajadores sin trabajo. Aunque, la previsión es que la nueva empresa que llegue a los antiguos terrenos de Nissan reabsorba a esos empleados.
Desde hace 12 meses la planta industrial permanece cerrada a la espera de la decisión del concurso licitado por Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, si es que no surgen más retrasos y demoras.
Hasta el momento, de entre todas los proyectos presentados, destaca la presentada por Goodman y D-Hub. Por su parte, Merlin Properties y Mecalux deberán afinar un poco más su propuesta para cumplir con todas las condiciones del concurso.