El conglomerado con el que Advent ha reorganizado a Vitaldent y sus otras inversiones odontológicas, Donte, ha presentado un informe que les da razones para preocuparse. Mientras que la pandemia ha hecho que otras empresas de salud privada tengan mayores ganancias, la salud dental ha dejado de ser una prioridad para los usuarios. Según el texto, el gasto en el rubro ha bajado un 30% desde 2010, es decir, casi mil millones menos de en el sector privado.
Es un contraste con otros sectores de la salud, con los seguros y las empresas privadas presumiendo de buenos números este año, aún con la sombra de la «ley Darías», la nueva ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud, acechándoles. Lo cierto es que son números que el grupo se muestra dispuesto a afrontar, pero que pueden alargar sus planes de expansión fuera de las fronteras españolas.
Tampoco es una rareza. Al comparar el gasto español en salud dental con el resto del continente, se puede ver que es uno de los últimos países en la fila en esta área, a pesar de su alto número de profesionales.
UN PROBLEMA RECURRENTE
El poco gasto en el cuidado bucal es un punto que ya se ha señalado varias veces desde el sector. Según han explicado, desde la salud pública no se ha hecho el énfasis necesario a la importancia que tiene el cuidado de los dientes, y esto ha tenido un efecto directo no solo en la salud de los usuarios, sino en los odontólogos.
«. Actualmente, hay más de 40.000 dentistas en España (uno por cada 1.171 habitantes) y cada año se gradúan 1.750 nuevos profesionales.
Son números que preocupan viendo la disminución del gasto en el área, y más ahora que la nueva crisis ha causado otra baja importante en el número de empleos en el país. Lo cierto es que es una realidad que no coincide con el resto de la unión, incluso en países con la misma densidad de odontólogos por ciudadanos.
La densidad de dentistas por 100.000 habitantes es de 85 (igual que Alemania). Sin embargo, en España se acude mucho menos, ya que «apenas entre el 47 y el 50 por ciento de la población acude anualmente al dentista», según Castro. «La densidad/población en España es el doble de la de los países de nuestro entorno, solo superada por Estonia, Bulgaria, Portugal y Grecia», afirma.
EL ALTO COSTO DEL DENTISTA
Lo cierto es que para los españoles ir al dentista es uno de los gastos más complicados para los ciudadanos. El costo puede ir desde los 50 euros hasta superar los 200, y la mayoría de ellos no puede acudir al dentista de forma gratuita por seguridad social, un gasto que significaría unos 5.423 millones de euros para la sanidad pública.
Por tanto, no es una sorpresa que de momento no se plantee, ni siquiera en la nueva Ley de Equidad, el sumar la salud dental a los planes de seguridad social. Esto último es algo que, sin embargo, Donte plantea en su informe.
Titulado ‘Propuesta para una ampliación inclusiva de la asistencia bucodental en España’ el texto presentado por Vitaldent se plantea varios escenarios para la convivencia entre el sector público y el privado en el marco de la sanidad. En ellos plantean copagos para el sector que van desde el 15% hasta el 50% y que sumarian un gasto publicó de más de cuatro mil millones de euros.
PREOCUPAN LOS CIERRES Y EL DESEMPLEO
«.
Es una situación que en el informe de Donte señalan, y que podría apuntar al cierre de nuevas clínicas en el sector. Ya ha pasado en otras crisis, con casos como el de Dentix, absorbidos por Vitaldent en su momento.
Por eso, Castro también ha reclamado una mayor implicación de las administraciones en la salud bucodental. En 2019, el gasto medio del ciudadano español en el dentista fue de 90 euros, de los cuales el 98 por ciento salió de su propio bolsillo. En otros países, como Francia y Alemania, el porcentaje es del 22 y del 25 por ciento, respectivamente.