Siguen haciéndose evidentes los cambios en el sistema ferroviario español. La llegada de nuevos competidores está obligando a Renfe a recuperar vías en desuso y a darle una mayor importancia a algunas opciones de viaje que tenían olvidadas. En 2022 lanzaron su servicio Low Cost, bajo el nombre de AVLO, y ahora esperan recuperar el peso de su servicio de lujo en 2023.
Es una opción que la empresa sabe que necesitará ahora que Iryo y Ouigo se han unido a la competencia por los pasajeros. Los viajes de lujo en trenes volverán por tanto a ser una opción clave a la hora de competir por los viajeros, quizás tanto como lo son las opciones de costos bajos como el Ouigo. Es también una opción en la que de momento no tendrán tanta competencia, pues sólo la empresa ítalo-española está preparando una oferta parecida.
Sin embargo para ello tendrán que pensar en mejores ofertas para quienes esperan que sean los proveedores que los servicios que esperan ofrecer. Allí se han conseguido su primer obstáculo para que poder recuperar la fuerza de esta opción.
UNA LICITACIÓN FALLIDA
La empresa estatal ya se ha llevado su primer fiasco en el proyecto del lujo. La licitación en 2022 para los servicios de hostelería en sus trenes de lujo se quedó vacía, a pesar de que la estatal ofrecía unos dos millones de euros, con impuestos. Es cierto que la exigencia para trabajar era demasiado alta, al menos cuatro idiomas español, inglés, francés y alemán además de recomendar dos más de entre portugués, chino y ruso.
Por si esto fuera poco hay un grado importante de dificultad en la operatividad del servicio. La exigencia de frescura en la cocina implica que los servicios de hostelería deben estar preparados para preparar y servir la comida con el tren en movimiento.
Es una complicación importante para implementar del todo este servicio. Pero no es una opción que pueda funcionar a medias, después de todo con pasajes que pueden llegar a los 3000 euros es difícil que puedan ofrecer el servicio a medias. Si bien de momento han podido paliar la situación para no disminuir la calidad, recurriendo de emergencia a una empresa local en Asturias, esperan enmendar la situación durante el 2023.
UN SERVICIO INTERRUMPIDO
El servicio de trenes de lujo fue interrumpido desde el año 2020 por la pandemia. Aún con el lento retorno de los servicios de la compañía decidieron priorizar los servicios generales antes de recuperar estos trenes, después de todo puede ser complicado prestar un servicio de lujo con mascarillas.
Son dos años en los que los tres trenes de lujo de la estatal ferroviaria han estado estacionados. Son el Transcantábrico, el Expreso de La Robla, el Al-Ándalus y el Costa Verde Express que se reparten entre el norte de la península, rutas de Andalucía y pueden incluso llegar a Oporto o Lisboa en Portugal. Es una opción para un tipo de viajeros muy particular, pero dispuesto a pagar bastante.
EL SECTOR MÁS PEQUEÑO PERO QUE MEJOR PAGA
Si bien los trenes de lujo de la compañia son los que menos viajan y representan sólo una pequeña parte de todos los viajes realizados por la estatal, el precio de un pasaje bien puede justificar el tamaño de la inversión. Son apenas entre 16 y 40 viajes al año por cada uno de los trenes, por lo que tampoco complican el prestar otros tipos de servicios.
Además son pasajes que se venden. Según la estatal en 2019 el promedio estuvo cerca al 80% de ocupación y en algunos viajes incluso superó el 90% de los pasajes vendidos. Considerando el precio de sus pasajes, son números importantes para la empresa que contrastan con algunos de los viajes en la España vaciada, donde los trenes a veces deben viajar vacíos.
Es una opción de la estatal para sumar ganancias ahora que tendrán que repartirse a los usuarios en algunas de las rutas más disputadas del país. Por ahora además son los únicos ofreciendo un servicio como este, más cercano a un crucero sobre ruedas que a un viaje en el AVE. Estos paseos de hasta tres días podrían servir como un complemento necesario para mantener sus buenos números el próximo año.
AÚN NO HAY COMPETENCIA
El sector del lujo en los trenes es casi un espejo de lo que está enfrentando Renfe en el mundo de las Low Cost ferroviarias. Mientras en este último la competencia cada vez apunta a ser más complicada los viajes de lujo siguen siendo la única opción para quienes quieren probar uno de estos viajes.