Limpiar el horno es una tarea doméstica bastante tediosa y aburrida, por eso es importante llevarla al día. Lo recomendable es limpiar el horno después de cada uso. Así, además de no acumular gérmenes y microorganismos, la limpieza será mucho más rápida y sencilla. Primero hay que sacar las bandejas y lavar las que hayamos utilizado. Luego, con un estropajo y un poco de lavavajillas, frotamos las paredes y todas las esquinas del interior, y finalizamos retirando los restos de jabón con una bayeta húmeda.
Aun así, hay ocasiones en las que el horno puede quedar muy sucio, porque se ha quemado o desparramado algún alimento. Entonces, el proceso tendrá que ser más exhaustivo. También se recomienda hacer una limpieza bien a fondo cada 6 meses para mantener este electrodoméstico en perfecto estado, tanto en lo que se refiere a la higiene como para un óptimo funcionamiento. Al ser una superficie que está en contacto con alimentos, podemos tener ciertas reticencias a usar productos químicos. Afortunadamente, podemos conseguir unos resultados óptimos empleando trucos totalmente naturales.
LIMPIAR UN HORNO SUCIO
Hay varios métodos para limpiar un horno sucio utilizando productos naturales con muy buenos resultados. Aun así, también se puede usar limpiadores específicos, siguiendo al pie de la letra las instrucciones del fabricante. Además, conviene usar guantes durante la aplicación y mantener la cocina bien ventilada, ya que son productos con químicos bastante potentes. Después, hay que eliminar perfectamente cualquier resto de producto, insistiendo mucho en este aspecto para evitar que se estropeen los alimentos o que les traspasen olores. Si prefieres lo natural, puedes probar de las siguientes maneras.
LIMPIAR EL HORNO CON SAL
La sal común puede ayudarnos a limpiar muy bien el horno, siempre y cuando no esté demasiado sucio. Es un método de limpieza muy sencillo y práctico. La proporción es de 250 gr de sal y 1/2 litro de agua, bien mezclados en un bol. Después sacamos las bandejas y esparcimos la mezcla de agua con sal por las paredes, la puerta y el resto de superficies del horno. Dejamos que actúe unos 20 minutos. Transcurrido ese tiempo nos fijamos si hay alguna salpicadura o mancha que requiera frotar un poco. Enjuagamos con una bayeta húmeda y listo. Si quedan malos olores, mezclamos 250 gr de sal en 1/2 de vinagre y lo colocamos en un pulverizador. Rociamos igual que antes y dejamos actuar. De nuevo quitamos los restos con una esponja o una bayeta húmeda.
LIMPIAR EL HORNO CON LIMÓN
El limón es un producto muy eficaz para la limpieza, ya que tiene un gran poder desengrasante, además de que huele bien y es totalmente natural. También tiene un efecto antiséptico y antibacteriano gracias a su elevada acidez, por lo que es un gran aliado par eliminar los gérmenes de dentro del horno. Se puede usar par desinfectar también las bandejas, así que para aplicar este truco, no hace falta que las saquemos.
El procedimiento es sencillo. Exprimes el zumo de tres limones y lo colocamos en un recipiente apto para el horno. Añadimos 1/3 de agua y las cáscaras de los limones. Colocamos el recipiente en el horno y lo encendemos una media hora a 120º C. La idea es que se genere vapor y se humedezca el interior del aparato con el limón. Trascurrido ese tiempo apagamos el horno y dejamos que repose un rato, hasta que el recipiente esté tibio para retirar. Finalizamos pasando un paño por las paredes.
BICARBONATO Y VINAGRE PARA HORNOS MUY SUCIOS
Cuando el horno está muy sucio, me manchas secas acumuladas y restos quemados, podemos usar el remedio del bicarbonato y el vinagre. Hay que dejarlo actuar 12 horas, así que se puede hacer la mezcla por la noche y así por la mañana podremos terminar de limpiarlo. Sacamos las bandejas del horno y en un bol hacemos la mezcla con las siguientes proporciones: 10 cucharadas de bicarbonato, 3 de vinagre y 4 de agua.
Tiene que quedar una mezcla espesa como una pasta. Cubrimos la suciedad con esta crema, usando una espátula de silicona. Si necesitamos más cantidad, volvemos hacer otra ración con las mismas proporciones. Dejamos que actúe toda la noche y al día siguiente aclaramos con una esponja humedecida en agua con jabón. Finalizamos pasando una bayeta húmeda, y por último encanemos el horno durante unos 15 minutos para que se seque del todo. Podemos hacer el mismo proceso con las bandejas del horno.