Como muchas otras cosas en este país, Atrápalo surgió en un bar en el año 2000 con la idea de vender aquellas entradas sobrantes de espectáculos a un precio inferior. Un negocio que actualmente mantiene la misma filosofía, aunque con una oferta mucho más amplia que va desde hoteles hasta billetes de tren. Ya ha conseguido cumplir la mayoría de edad entre cambios en su accionariado y anécdotas, como la de tirar de humor y hacer probar a Ryanair de su propia medicina. Estas y otras más las cuenta Nacho Sala, cofundador de Atrápalo y director de Marketing, en una entrevista en MERCA2.
Pero antes de estas curiosidades, es preciso empezar por el principio. Los inicios del portal de ocio y viajes Atrápalo no fueron sencillos dada la crisis que se vivía en esos momentos. Y no hablamos de la económica, sino de una anterior. “Aparecimos en plena burbuja puntocom. No pudimos nacer en peor momento con la crisis de Terra”, recuerda Salas. Con este telón de fondo consiguieron que su modelo fuese rentable a partir del año y tres meses de vida. “Nuestra obsesión fue llegar a un punto de equilibrio rápido”, añade.
Por eso, cuando llegó la última crisis económica Atrápalo estaba a salvo. “Tuvimos la suerte de que, en 2008, el fondo de inversión americano (Tiger Global) se quedó con un 32% de la compañía”. Gracias a este, la compañía replicó el modelo en muchos países de Latinoamérica, donde ahora se concentra el 50% del negocio.
Sin embargo, la aventura con este fondo ya ha llegado a su fin. Los tres fundadores de la OTA (agencia de viajes online) han recomprado al fondo Tiger Global su parte, pasando a controlar el 100% de la empresa. “Tiger nos pidió hace un par de años que se quería ir. Abrimos un proceso. Recibimos ofertas, pero no nos encajaban. Al final quedó desierto y llegamos a un acuerdo para comprar su participación”, detalla Salas.
El portal de viajes y ocio ha crecido rápido en los últimos años. Tanto que facturó 340 millones de euros en 2018, un 8% más que el año anterior. Año en el que destacan como novedades la nueva división de viajes corporativos, y de Catchlt.com, su portal de reserva de hoteles en Europa. Ambas divisiones junto a la consolidación en países como México son los objetivos de la compañía para este año, donde Salas espera crecer en España y Latinoamérica; sin embargo, no se atreve a dar una cifra.
“GRACIAS POR LOS 40.000 EUROS RYANAIR”
Pocas compañías han sabido o podido enfrentarse a Ryanair y no morir en el intento. Atrápalo no solo lo logró, sino que le dio una lección a la low cost irlandesa gracias al humor. Hace años, Ryanair negó a que Atrápalo vender sus billetes porque en determinadas rutas no eran suficientemente competitivos. Pero Ryanair no podía impedir que el portal comparase sus precios con los de otras compañías. La aerolínea demandó a la compañía, pero perdió.
La historia no quedó aquí. Ryanair se cabreó tanto que “nos hizo una campaña de competencia desleal. Y publicó en medios que en Atrápalo éramos unos ladrones y madera podrida (un insulto en inglés) –bromea el cofundador–. Nosotros les demandamos por competencia desleal. Ganamos, nos dieron 40.000 euros e hicimos una campaña en redes preguntándole a la gente qué hacer con ese dinero”, recuerda.
Estamos pensado #quéhacerconlos40mil, ¿alguna idea?
— Atrápalo España (@atrapalo) 9 de noviembre de 2012
De aquí surgieron muchas ideas. Así que la compañía dividió el botín en tres: una parte se donó a algunas ONG, otra se repartió en forma de vales regalo por valor de 100 euros y, la última, se destinó para realizar algo que hiciera reír a la gente. “Imprimimos una pancarta de 40 metros que colocamos, con vistas a la playa, en el aeropuerto de El Prat, donde aterrizan y despegan aviones de Ryanair. En ella ponía ‘Gracias por los 40.000 euros’ en letras grandes”, detalla el cofundador.
Una anécdota que refleja la filosofía de una empresa con prestigio, profesionalidad y sentido del humor. Aunque al principio reconocen que fueron “pardillos” en algunas cuestiones, como por ejemplo cuando “creamos un foro dentro de las fichas de espectáculos para que los usuarios hablasen entre ellos. Al cabo de un tiempo se había convertido en un mercadillo de entradas y lo tuvimos que desactivar inmediatamente”, recuerda. Ahora ya saben cómo luchar contra el fraude de la reventa de entradas.
EL DAÑO DE LAS VENTAS FLASH
Y como cualquier empresa, Atrápalo ha tenido y tiene mucha competencia. En algunos casos le ha causado un agravio comparativo. Hubo una época en España en la que comprar un masaje por precios irrisorios en menos de una hora era posible. Estas ofertas se conocen como venta flash, es decir, la venta promocional que se produce en un espacio de tiempo limitado. Groupon y Letsbonus abanderaron estas agresivas campañas que eran muy poco rentables para los proveedores.
“Parecía que iba a ser la bomba y se ha visto que es un modelo no sostenible”, afirma el cofundador del portal de viajes y ocio, quien reconoce que esta fórmula les ha hecho daño en países de Latinoamérica, donde muchas empresas les asociaban a este tipo de ventas.
También han intentado incluir ideas parecidas, como Airbnb, aunque sin terminar de cuajar. En otros casos, han tenido más suerte: integran la oferta de Booking. “Internet es un gran lugar donde todos nos copiamos e inspiramos unos a otros. La competencia es sana porque todos ganamos”, explica.
Pero integrar no es lo mismo que comprar. Y aquí el cofundador se muestra más reticente. “No entra dentro de nuestro ADN porque nos gusta crear cultura de empresa”, añade. Hace años invirtieron en Ticketea; pero la jugada no salió del todo bien. “Cuando creció nos dimos cuenta de que su negocio se solapaba con el nuestro y desinvertimos”, asume.
Y así, con las perspectiva de ser una empresa rentable y ver las cosas de otra manera, Atrápalo enfila un futuro “brutal” con nuevas fórmulas de entender el ocio. Lo más vendido en 2018 fue el musical de ‘El Rey León’, seguido del de ‘La jaula de las locas’ y el concierto de Álvaro Soler. En 2019, quien sabe…