A medida que la transición energética ha seguido avanzando, varias empresas energéticas han aumentado su inversión en renovables. Entre ellas, Iberdrola, que recibió el sello de calidad renovable de la Unión Española de Fotovoltaicas (UNEF) por la planta de Arévalo, inaugurada recientemente en Huelva, y encargada de alimentar las cuatro factorías de cerveza Heineken en la zona.
Iberdrola no fue la única empresa premiada. Statkraft, premiados por la instalación Tayatuela Solar de Cáceres, dónde se realizó la entrega de los sellos, y otros cuatro proyectos aún en desarrollo. La iniciativa, que además marca el décimo aniversario de la UNEF, espera indicar un estándar de exigencia en cuanto a preservación ecológica en la construcción de plantas fotovoltaicas.
Julio Castro, CEO de Iberdrola Renovables, dijo al recibir el premio que agradece el esfuerzo de Extremadura para el crecimiento de las renovables, señalando que tienen 10 instalaciones en la provincia. «Ahora todos quieren venir a Extremadura», aseguró entre risas en presencia Guillermo Fernández Vara. A pesar de su optimismo, Castro se mostró crítico con la burocracia gubernamental: «Lo único que pedimos es que nos dejen hacer más», expresó durante su discurso de agradecimiento.
APUESTAS A LARGO PLAZO
Según explican desde Iberdrola, su planta en Arévalo, que suma 50 MW de energía fotovoltaica a casi 300 de energía eólica producida en la zona, es solo una de las nuevas apuestas que hacen en búsqueda de una reactivación sostenible de la economía española después del parón pandémico de 2020.
Iberdrola: «Lo único que pedimos es que nos dejen hacer más»
No es el único ejemplo de empresas energéticas apostando por dar el salto hacia las renovables, aunque algunas se muestran más tímidas que otras. En el caso de Iberdrola, la primera gran inversión que han hecho es en el campo de la energía eólica, donde esperan invertir casi seis mil millones de euros antes entre el 2023 y el año 2025. Sin embargo, la empresa está mostrando interés en diversificar su apuesta en renovables.
Hasta este año, según sus propios datos, la empresa ya ha hecho una inversión de más de, cuatro mil millones de euros en energía fotovoltaica, y esperan expandirla con otros cinco mil quinientos millones durante desde el 2023, en proyectos como el que fue premiado este año por la UNEF. En Portugal también pusieron en funcionamiento su primera planta de este tipo.
Es una posición de la que se hacen eco incluso grandes internacionales petroleras como Shell, que ha usado la fotovoltaica para crecer en el mercado español, o la propia Repsol que tiene proyecto en funcionamiento alrededor del hidrógeno.
EXTREMADURA CON LA VISTA EN EL SOL
Además de las empresas premiadas, tomaron la palabra Guillermo Fernández Vara, presidente de la junta de Extramadura, y la secretaria de Estado de Energía del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aegesen.
Fernández Vara señaló la importancia que tiene para su Comunidad Autonoma la inversión en energía fotovoltaica, marcando como la misma ha ayudado a traer industrias nuevas a la zona. También quiso subrayar las ventajas geográficas que presenta la Comunidad a la hora de iniciar proyectos de placa solares.
«Podemos generar energía para toda la Comunidad Autónoma instalando paneles en solo el 0.7% de nuestro territorio», puntualizo invitando a las empresas a aumentar su inversión en el territorio. No dejo de pasar la oportunidad de hablar de como estos proyectos traían empleos en inversiones, y permitían a los ciudadanos replantearse su relación con la comunidad. «Esperamos, estos proyectos nos ayuden a pasar de ser una Comunidad de migrantes a una de inmigrantes, pues pronto tendremos que empezar a buscar fuera de aquí para cubrir todos los puestos de trabajo».
LAS RENOVABLES COMO ARMAS DE GUERRA
Tanto la secretaría de gobierno como el presidente de la Junta recordaron la importancia que se les ha dado a las renovables debido a la situación con Rusia. Según explicó Aegesen uno de los grandes beneficios de este tipo de inversiones es que pueden evitar depender de otras naciones para el abastecimiento interno. En especial dado que España sigue siendo uno de los principales compradores de gas licuado de Rusia.
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Por su lado, Fernández Vera resalto que la guerra del siglo XXI no se pelean «solo con bombas sino también desde los mercados energéticos». Refiriéndose a las constantes amenazas del gobierno ruso.
En cualquier caso, son inversiones que empiezan a dar sus frutos con varios pueblos de la comunidad autónoma alimentados 100% a través de energía fotovoltaica.