La próxima reunión de tipos del Banco Central Europeo (BCE) está a la vuelta de la esquina. El organismo liderado por Christine Lagarde se reunirá el próximo jueves 8 de septiembre para analizar la situación del entorno macroeconómico europeo y anunciar lo que es un secreto a voces: una nueva subida de tipos. El escenario económico de la eurozona sigue siendo complejo. Con un IPC disparado, tocando niveles superiores al 9%, y con perspectivas de que supere el doble digito, los analistas esperaban una subida de tipos no menor a 50 puntos básicos.
Como ya hiciera el pasado 21 de julio, el BCE alzará los tipos de interés para combatir al que viene siendo el mayor problema económico a nivel global. La única duda radica en si el organismo vicepresidido por Luis de Guindos aumentará los tipos de interés en 50 puntos básicos o en 75 puntos básicos. Pese a que la opción de que el BCE eleve las tasas de interés un 0,75% está ganando fuerza, el banco central debe analizar si una subida apresurada puede perjudicar a la economía de la eurozona. Ahora, con una situación igual o más compleja, el BCE debe tomar la determinación de ser más agresivo para intentar frenar la galopante inflación, o, por el contrario, adoptar una postura más cautelosa para evitar la recesión económica del continente.