A Pablo Iglesias le crecen los enanos. A la confrontación soterrada que vive con su segundo, Íñigo Errejón, hay que sumarle también la batalla que los críticos le dan ahora en Madrid. El ‘comandante’ Iglesias ha mandado a batallar al senador Ramón Espinar que, muy obediente, se ha lanzado contra dos pesos pesados: la diputada Tania Sánchez y la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre.
Las dos mujeres quieren liderar el partido. No por una cuestión de cuotas –aunque pude que haya algo de eso. Están convencidas de que la actual dirección ha equivocado el rumbo y que “el modelo Vistalegre está acabado”, según explican en el documento político que han presentado bajo la plataforma Adelante Podemos. No sólo eso, es que consideran que la participación de las bases ha caído, y deben ser vueltas a tener en cuenta.
La igualdad es una cuestión de sentido común. Mujeres con voz y proyecto #ConNosotrasAdelante pic.twitter.com/Kgo3I7hSTP
— Tania Sánchez Melero (@Ainhat) 29 de septiembre de 2016
Como si de la ‘casta’ se tratara, las luchas de poder se suceden (Galicia, Extremadura, Andalucía, entre otras). Por eso, Sánchez y Maestre reclaman que la formación se convierta en “un movimiento popular que permita el cambio social. No sólo en la construcción de un nuevo sentido común, sino también en la intervención en las necesidades más urgentes de las personas golpeadas por la crisis”, explican.
Abogan para ello en replicar el modelo aplicado en Madrid en las últimas elecciones. El aglutinamiento de fuerzas de izquierda que permitieron que, cerca del 65% de los Ayuntamientos de la región cuenten con presencia de estas formaciones. Una fórmula que, según el texto, les ha permitido convertirse en “la herramienta de empoderamiento popular y ciudadano que está llamada a definir las formas de hacer política en el Siglo XXI”.
Se trata, en definitiva, de que Podemos deje de ser una maquinaria electoral para convertirse en “alternativa política al PP y crear un movimiento popular que sustente su desarrollo”, añaden. Una expresión que conlleva trabajar en la calle mediante “la creación de medios de comunicación, proyectos de ocio y cultura, la búsqueda del apoyo vecinal, de equipos formativos”. Toda una herramienta de ‘okupación’ de las calles (o de apertura máxima, como ellas dicen), que quieren utilizar para que el ‘poder’ y las propuestas del Pueblo llegue a los líderes políticos. En definitiva, “aumentar las bases para construir un movimiento social que gane antes de ganar”.
Mensaje a los concejales
No se olvidan de las instituciones en las que ya gobiernan o en las que ya tienen presencia. Por eso, avisan a sus dirigentes de que “gobernar debe servir para generar solvencia e ir rebajando los miedos que aún anidan en parte de nuestra sociedad, para prefigurar la hoja de ruta de las transformaciones, sus límites y recorridos posibles”.
En paralelo quieren construir una serie de políticas que les permita presentar un programa electoral con propuestas concretas para la Comunidad de Madrid. Éstas pasan por tres líneas estratégicas clave: “la recuperación de los derechos sociales; una región cohesionada territorialmente y el freno a la destrucción ambiental de nuestro ecosistema”, dice el texto de presentación.
Al final, lo que se esconde detrás de todo esto, es una transformación del modelo productivo con una reindustrialización de zonas concretas de la Comunidad, la dinamización del pequeño comercio y un cambio en la fiscalidad autonómica “que permita dejar atrás la condición de Paraíso Fiscal”, añaden.
La movilidad es otro punto clave que preocupa a Tania Sánchez y Rita Maestre. Por ello quieren que Podemos abogue por “un modelo más sostenible, articulado y cohesionado” reordenando el modelo productivo. Y, por último, los residuos –en torno a los cuales- quieren generar una “nueva cultura del ciclo, que forme parte de la capacidad de creación de recursos econóimcos”, añaden.
Muy buenas palabras, pero pocas cosas concretas en el Podemos de futuro que ambas diseñan para Madrid. Ahora tendrán que enfrentarse a Ramón Espinar, el candidato oficialista, y otras propuestas que se han puesto encima de la mesa.