El tornillo es uno de esos elementos que, a pesar de que las personas conocen su existencia y están rodeadas de ellos, se pasa por alto que es uno de los más importantes inventos de la humanidad debido a su uso generalizado en todos los sectores industriales y de construcción.
Con el paso de los años, se han ido desarrollando diferentes tipos de tornillos con diferentes materiales, tamaños y formas, convirtiéndose en uno de los artículos con mayor variedad en el ámbito de la construcción. Suministros Industriales Tomás Beltrán es una tienda almacenista donde es posible encontrar el modelo necesario, gracias a su amplio stock en tornillería con productos de alta calidad.
¿Qué tipos de tornillos existen?
En términos generales, un tornillo es un objeto de fijación roscado en el exterior que, al ejercer fuerza de rotación sobre su cabeza con un destornillador o llave adecuada, puede ser incrustado en un agujero a su medida. Asimismo, hay tornillos diseñados para ser acoplados a una tuerca.
Por la facilidad con que un tornillo puede ser colocado y retirado sin ocasionar ningún tipo de daño sobre una superficie, estos pueden ser utilizados de forma temporal o permanente, cumpliendo efectivamente la función de sujetar o unir objetos.
Existen múltiples tipos de tornillos y, para diferenciar unos de otros, estos pueden ser clasificados según la cabeza, material, función y utilidad. Aunque entre los más utilizados destacan los de acero y aluminio aleados, también existen tornillos con características específicas para usos muy concretos. Un ejemplo de ello son los tornillos en miniatura que requieren el uso de herramientas especiales adaptadas a la forma de su cabeza, de alta resistencia o de un solo uso, como los tornillos inviolables.
¿Qué consecuencias puede provocar un tornillo con fallas o defectos?
Debido a su importancia en el proceso de ensamblaje o unión en todo tipo de superficies, un tornillo defectuoso puede provocar averías indeseadas. Una de las principales fallas que puede presentar un tornillo es un error en el diseño, haciendo que sus dimensiones no sean las adecuadas. En este caso, puede llegar a romperse al ser utilizado para soportar tensiones y esfuerzos para los que no fue diseñado.
Otra de las fallas puede ser que el material con que se fabricó no sea el que estaba previsto para su uso. De igual forma, si esto ocurre, el tornillo puede sufrir una rotura o desgaste prematuro de la rosca. Por estas razones, resulta indispensable adquirir insumos de tornillería de alta calidad, que garanticen su durabilidad en el tiempo.