Cuando Lidl y Aldi llegaron a España implantaron el famoso modelo discount, cuyo atractivo principal era un surtido formado por productos de marca propia y baratos, colocados en lineales sin decoración y poco mantenimiento para reducir costes. Sus tiendas era algo parecido a garajes donde se vendían productos de bazar. Este modelo ha evolucionad llegando a cuajar entre los consumidores españoles, siendo Lidl la alemana que se sitúa a la cabeza.
El mayor ejemplo de que este modelo encaja en los hábitos de los españoles es Lidl. La cadena alemana es la que más crece –junto a Mercadona– en el mercado de la distribución en España. El pasado año lo cerró con una cuota del 4,8% (0,5 puntos porcentuales más), según Kantar WorldPanel. Es el quinto grupo del país, muy cerca del cuarto, Eroski (con 5,3% de cuota). En el ranking de distribuidores españoles, en primer lugar se sitúa Mercadona con el 24,9% de cuota (0,8 puntos más que en 2017), seguido por Carrefour, con una cuota de 8,4% (0,3 puntos menos) y DIA con 7,5% (0,7 puntos menos).
Además, Lidl es la segunda compañía con más compradores alcanzado el 66,5%. Aldi –que no se encuentra entre los seis primeros grupos de distribución en España– también tiene una alta tasa de compradores, según el director del sector de retail de Kantar Worldpanel, Florencio García.
Lidl llegó a España en 1994 con un eslogan claro y directo: ‘¡Lidl, mejor precio y calidad!’. Un lavado de cara y su evolución le han llevado a alcanzar, actualmente, más de 550 establecimientos en el país que dan empleo a más de 12.000 trabajadores. En los últimos años ha realizado un importante esfuerzo inversor. La previsión durante este año fiscal –1 de marzo de 2018 al 28 de febrero de 2019– es de 300 millones de euros invertidos con el objetivo de abrir 30 tiendas.
NUEVOS RETOS
A pesar del éxito de Lidl, ahora tiene otro gran reto por delante: “dejar de ser un lugar ocasional y llenar más cestas de la compra”, explica el experto. Por ello, la estrategia de la alemana se centra en capitalizar algunas de las grandes modas del sector: productos eco y bio. En esta última categoría, ya es el líder del mercado con un 16,5% de cuta de valor.
La cadena optó por llevar la sostenibilidad como bandera. Lidl ha dejado de vender huevos de gallinas enjauladas, ha eliminado las bolsas de plástico de todas sus tiendas, y ahora apuesta por leche fresca con doble certificado (de pastoreo y de bienestar animal) y por la reducción de la huella de carbono.
Aldi y Lidl son eternos rivales en el mercado de la alimentación, especialmente en Alemania. En España, Aldi llegó a nuestro país en 2002 y cuenta con 245 establecimientos. Su presencia y conocimiento por parte del consumidor es menor. Si bien es cierto, poco a poco comienza a calar entre los españoles.