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Aunque el mercado está limitando el precio de la compra de jugadores, la temporada comienza con algunos fichajes cuyo precio supera los 50 millones de euros
La temporada 2022-2023 acaba de empezar en las principales ligas de Europa y empiezan a vislumbrarse cómo van a jugar algunos de los equipos más importantes de los diferentes torneos europeos. La configuración de las plantillas, que aún está pendiente de cerrarse en los equipos españoles (el cierre es el 31 de agosto) está dejando ver que el mercado económico está limitando el precio de los fichajes. Sin embargo, aún es posible ver algunos traspasos cuyo montante está por encima de los 50 millones de dólares.
De este modo, el fichaje más caro de este verano lo ha protagonizado el Real Madrid. Después de quedarse sin Mbappé, que renovó con el PSG, el club madrileño ha decidido apostar por el centro de campo y ha incorporado a un nuevo jugador francés tras la incorporación el verano pasado de Camavinga. En concreto, el equipo de Florentino Pérez se hizo con los servicios de Aurélien Tchouameni.
El joven galo se ha convertido en el fichaje más caro en lo que llevamos de verano, y uno de los jugadores más seguidos en la web especializada en deportes y estadísticas como Sportium, así que no hay duda por lo que no hay duda de por qué se pagaron 80 millones de euros. El jugador viene a rejuvenecer el centro del campo del club blanco, donde las últimas temporadas han estado dominadas por la tripleta configurada por Casemiro, Modric y Kroos. Y es que estos jugadores, que mantienen un rendimiento magnífico, superan los 30 años y cada vez más necesitan descansar para afrontar con garantías la temporada, sobre en esta donde hay un Mundial que comenzará en noviembre.
Estos 80 millones de euros quedan muy lejos de las temporadas anteriores cuando el PSG dominaba el mercado de fichajes y llegó a pagar hasta un total, entre traspaso y primas, de 200 millones de euros por Neymar. En la actualidad, todo está limitado en las principales ligas, excepto la Premiere League donde aún se producen importantes traspasos si tenemos en cuenta el coste económico.
Precisamente el segundo traspaso más elevado en lo que llevamos de verano lo ha protagonizado un equipo de la Premier league. Y es que el Liverpool ha pagado un total de 75 millones de euros por Darwin Núñez, delantero que viene a cubrir la vacante que dejó el senagalés Sadio Mané. Una tarea nada fácil. De hecho, los dos primeros partidos del Liverpool de la temporada han terminado con sendos empates.
También en la Premier League se encuentra el tercer traspaso más elevado de esta temporada. El Manchester City de Pep Guardiola se hizo este verano con uno de los delanteros más deseados del momento y que está llamado a dominar el área rival durante la próxima década. En concreto, los de Guardiola se hicieron por 60 millones de euros con Erling Haaland, jugador con el que, esta vez sí, esperan conseguir la tan ansiada Champions League. El Tottenham, por su lado, tampoco se ha quedado muy atrás al fichar a Richarlison por 58 millones de euros, delantero con el que espera poder clasificarse este año para jugar competiciones europeas.
Gabriel Jesús (52,5M€), Kalvin Phillips (48,75M€), Vitinha (41,5M€), Chiesa (40M€), Nuno Mendes (38M€) o Botman (37M€) son otros de los fichajes que también se encuentran entre lo más elevados de este año.
En el mercado español y a excepción del fichaje del Real Madrid, es el Barcelona el que ha protagonizado las adquisiciones más elevadas. Se hizo con el delantero Lewandowski por 45 millones de euros y otros 5 millones más en variables, mientras que pagó 58 millones de euros fijos que podrían aumentar hasta los 67 ‘kilos’ si se cumplen todas las variables por el brasileño Raphiña. En esta serie de elevados fichajes del Barcelona, los de Laporte se hicieron con el defensa del Sevilla Jules Koundé por el que pagaron cerca de 50 millones de euros. El jugador ha firmado por cinco temporadas.
Estos fichajes, lejos de la época en la que los grandes llegaban a los 90 y 100 millones de euros, ponen de manifiesto que el mercado del fútbol también está poniendo límites a lo que los clubes están dispuestos a pagar. Una situación que parece que se alargará a falta de saber cómo evolucionarán los mercados internacionales y de cómo los clubes afrontan sus cuentas, que cada vez están más supervisadas para evitar poner en peligro estas entidades deportivas.