El hub de QEV ha sido uno de los agraciados para el PERTE del vehículo eléctrico con más de 100 millones de euros. El montante es más que necesario para poder presentar las credenciales en el proyecto de reindustrialización de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. El Consorci de la Zona Franca (CZN) ha dado un mes más de plazo para presentar las ofertas, según las condiciones del concurso.
De esta forma, las compañías interesadas tienen hasta 16 de septiembre a las 11.00 horas para dar a conocer sus propuestas, tras dos años de fracaso en las negociaciones para tratar de dar salida a los más de 1.600 empleados afectados. Y es que, ni Generalitat ni Gobierno se han puesto de acuerdo en esta reindustrialización. El Govern ha descartado grandes proyectos, como LG y la china Great Wall Motors, mientras que las empresas que han dado a conocer sus intenciones no llegarían a albergar desde el inicio a la fuerza laboral despedida por la automovilística japonesa el pasado 31 de diciembre.
Silence, aliado natural de Seat para la fabricación de vehículos eléctricos, se adjudicó directamente una parte de la parcela, mientras que la zona centrada en la industria que aún falta por adjudicar no está nada clara. Por un lado, la Generalitat podría echarse en manos de nuevo de Enrique Bañuelos, dueño de Inzile y que acude junto con QEV al hub de la electromovilidad.
QEV CONFÍA EN SU PROYECTO
No obstante, la empresa dirigida por Joan Orus ha dejado muchas dudas sobre su plan. En su presentación en la misma parcela de la Zona Franca mostró hasta cinco vehículos, ninguno de ellos con la homologación necesaria para circular por carreteras españolas ni del resto de Europa. Además, la fábrica sería una nave de ensamblaje, donde llegarían las piezas fabricadas en terceros países, especialmente de China.
Sin embargo, QEV se muestra confiada en obtener la máxima puntuación en el proceso de selección. Tanto en la mesa de reindustrialización como en el comité que otorga los fondos europeos «han examinado con lupa y aprobado nuestro proyecto», ha destacado Orus en declaraciones a MERCA2. «Se ha aprobado tanto la financiación como el business plan«, ha destacado, al tiempo que ha materializado 95 millones de los fondos europeos a fondo perdido. Asimismo, QEV trabaja con un socio logístico para presentar un proyecto que aspire a la máxima puntuación.
El hub de la electromovilidad no sólo ha conseguido esos 100 millones necesarios para poner en marcha la maquinaria, sino que prometió enchufar 800 millones y fabricar medio millón de vehículos a largo plazo. Sin embargo, está por ver aún de dónde obtendrá la financiación, más por las pérdidas registradas en 2020, y una facturación muy reducida para alcanzar los objetivos. Entre los propios sindicatos apuntan que es una de las opciones que hubieran escogido en último lugar dado que tampoco acogerá a gran parte de la plantilla despedida por Nissan.
El proyecto de Bañuelos y Orus afronta, además, el posible desembarco de Seat en la Zona Franca de Barcelona. Y es que, en Martorell (Barcelona) no habría espacio para el ensamblaje de los cargadores, y si la fábrica de baterías está en Sagunto (Valencia) una buena alternativa para montarlas es en los terrenos de la Zona Franca de Barcelona.
SEAT HARÁ ALIZANZA CON TERCEROS EN LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA ZFB
Según Antonio Sancha, vicepresidente de compras de Seat, el ensamblaje de las baterías se ubicará cerca de las plantas, tanto por dimensión como por peso. En este sentido, ha afirmado a El Economista que sería un «proyecto de terceros». Por tanto, Seat no estaría interesada en la puja de los terrenos. Asimismo, esta operativa estaría externalizada y sin sitio, por el momento, para albergar la infraestructura. Por el momento, Seat está seleccionando a los candidatos, más cuando en el PERTE se ha incluido la partida del montaje.
Con todo, los terrenos de Nissan en la Zona Franca se adjudicarán con un fuerte componente industrial, ya que sólo uno de cada tres metros se destinará únicamente a zonas logísticas, el gran deseo del Consorci de la Zona Franca, al poder elevar las cuotas de los alquileres, estimados en unos 27 euros por metro cuadrado, de los más caros de toda Cataluña. Por este motivo, los cambios en los terrenos logísticos no se producirán hasta bien entrada la década de 2030. La razón por la que aún no se conocen las empresa logísticas que podrían acudir al concurso es precisamente la impugnación del concurso, según apuntan fuentes del sector a MERCA2.
En este sentido, el arrendatario tendrá que abonar 50 años de alquileres, con posibilidad de otros 20. Dada la escasez de suelo en la Ciudad Condal y sus alrededores, la ubicación que ofrece la antigua planta de Nissan hace que su valor se dispare.
LAS CONDICIONES DE LA ADJUDICACIÓN CREAN POLÉMICA
Y es que, tiene acceso directo al puerto, conexión directa con la autovía y una capacidad enorme para abastecer las necesidades de la última milla en el reparto. No obstante, el adjudicatario puede subarrendar el terreno, pero siguiendo una pauta muy clara. Casi 410.000 metros irán destinados únicamente a terreno industrial, mientras que para la parte logística se han reservado 108.600 metros.
Otro de los problemas que afrontan los ganadores del concurso es el expediente de la Agencia Catalana de l’Aigua por la contaminación producida por Nissan Motor Ibérica, «responsable» de la contaminación debido a su actividad industrial y está obligada a descontaminarlos. Sin embargo, no hay plazo para ello, como tampoco cuándo comenzarían las labores. Una importante laguna que produce desconfianza a la hora de asentarse en la zona. Y es que, en el punto siguiente se exige al arrendatario garantías para que las naves y el entorno se adecuen para realizar los proyectos ofertados.
El Consorci de la Zona Franca evitará asumir los contratos de trabajo que pueda haber concertado el arrendatario o los subarrendatarios para el ejercicio de la actividad empresarial
El otro punto controvertido es la plantilla. Los adjudicatarios industriales tendrán que asumir el coste de los salarios de la fuerza laboral de Nissan antes de contratar nuevo personal, tal y como se estableció en la mesa de negociación. Asimismo, el CZFB se ha cubierto las espaldas en el pliego y evitará asumir «los contratos de trabajo que pueda haber concertado el arrendatario o los subarrendatarios para el ejercicio de la actividad empresarial».