sábado, 14 diciembre 2024

José Manuel Revuelta (Endesa): «El elemento facilitador de la transición energética serán las redes»

Cuando hablamos de transición energética y de nuevos modelos de generación y consumo de energía nos referimos en esencia a la electrificación de la economía, la sustitución de los combustibles fósiles por electricidad en un número creciente de actividades económicas. «Las redes eléctricas constituyen el elemento facilitador de una sociedad cada vez más electrificada», afirma José Manuel Revuelta, director general de Infraestructura y Redes de Endesa.

Las redes ganan importancia porque cada vez más cosas dependen de la electricidad y, por tanto, de las redes. «Estamos ante un bien esencial como es la electricidad, todos tenemos derecho a un suministro de calidad, además hablamos también de un factor productivo muy relevante de cara a las industrias» y cuando hablamos de esa transición energética en la que estamos inmersos, con la sustitución de fuentes de energía contaminantes por energías limpias «de nuevo tenemos que hablar del protagonismo redes de transporte y distribución eléctrica como elemento vertebrador», señala.

Los retos climáticos van a condicionar el futuro a todos los niveles. Esto sumado a acontecimientos como la guerra en Ucrania y su impacto en la seguridad de suministro hace que todo gire alrededor de tres palancas esenciales en materia energética: «la electrificación de los usos finales, la incorporación de las renovables y la parte de eficiencia, autoconsumo y ahorro de energía», apunta Revuelta, «y el elemento facilitador de todas ellas, es la distribución, son las redes eléctricas», añade.

«.000 kWh. Esto se traduce claramente en una mayor dependencia de la energía eléctrica. Ahora tenemos una calidad muy buena, si bien, cuanto más dependamos de la electricidad más exigente va a ser el consumidor al respecto», explica el directivo de Endesa.

Por otro lado, también conviene abordar el tema del coste. «La factura eléctrica va a ser cada vez más relevante dentro de la renta disponible que tendrá que dedicarse a ello, aquí tendremos también una exigencia importante», explica.

En cuanto a los servicios, si nos fijamos, por ejemplo, en el vehículo eléctrico vemos que va a tener una penetración muy importante: «el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) habla de hasta 5 millones de vehículos en el 2030, y hablamos a su vez de nuevos servicios que surgirán en torno a este uso y, de nuevo, las redes serán protagonistas» porque sin ellas no sería posible la implantación masiva del vehículo eléctrico con el consiguiente despliegue de puntos de recarga.

Y lo mismo sucede con la generación renovable, «ahora mismo estamos acostumbrados a grandes instalaciones que se conectan a las redes de transporte, pero está previsto que, cada vez más, el centro de gravedad de las nuevas conexiones descienda más hacia la baja tensión, hacia el consumidor final, y en este punto vuelven a tener un papel clave», comenta el responsable de Infraestructuras y Redes de Endesa.

FONDOS EUROPEOS

Todo esto requiere mayores inversiones en el desarrollo y renovación de la red «y no solo tiene que ver con la inversión en una estructura clásica de cables y postes, sino con la digitalización, sensorización y monitorización». Un Estudio de Monitor Deloitte calcula que entre 2020 y 2030 las necesidades de inversión pueden situarse entorno a los 22.500 millones de euros en las redes españolas.

En este sentido, los fondos europeos son muy relevantes porque movilizarán más de 1.000 M€ que se destinarán a la digitalización, facilitar los puntos de recarga de mayor potencia y también a la mejora de la calidad en el ámbito de la relación con el cliente, apunta Revuelta. En definitiva, los fondos europeos se enfocan de lleno a esa digitalización «tan completa y transversal» de toda la cadena de valor.

E-distribución, la filial de infraestructura y redes de Endesa, ha ejecutado en 2021 proyectos presentados a la convocatoria de Digitalización de redes de distribución por valor de 62 millones de euros. Esta convocatoria se ha realizado dentro del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia del Gobierno de España y está financiada por los fondos Next Generation de la Unión Europea.

ENDESA CON LA PALMA: UN AÑO DEL VOLCÁN

El próximo mes de septiembre se cumplirá un año de la erupción del volcán de Cumbre Vieja de La Palma. Además de todos los daños registrados por la catástrofe, desde un punto de vista eléctrico el impacto fue muy importante, aunque se consiguieron minimizar las consecuencias sobre los ciudadanos.

«Las islas suelen tener un suministro complejo. La Palma en particular funciona como un circuito a lo largo de la costa atravesado por una línea en su zona central. El volcán estalló en una intersección de ese elemento transversal con el circuito costero, lo que dejó el suministro en precario y, si a esto unimos los problemas logísticos por la insularidad, un acceso muy restringido y un ambiente muy tóxico en la zona», tenemos idea de la dimensión de los daños y de la complejidad de las actuaciones para garantizar el suministro eléctrico.

Además, dentro de esos usos cada vez más electrificados, garantizar el riego era alguno esencial. «Había que regar pese a los problemas de la red de agua y desde Endesa tuvieron que garantizar que llegara el fluido eléctrico a las desaladoras de emergencia destinadas a suministrar agua a las zonas agrícolas aisladas por las coladas de lava».

«Decidimos dotarnos de toda la infraestructura necesaria para hacer la red lo más fiable posible, por ejemplo a través de grupos electrógenos. Y esto, con 136 Km de red afectados y casi 1700 apoyos afectados», afirma. «Nuestro objetivo era que los palmeros no notasen todas esas eventualidades y estar preparados para que cuando todas las personas desalojadas volviesen a casa, recuperaran su suministro, y lo conseguimos», concluye.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.
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