La sangría es una de las bebidas más populares de nuestra gastronomía, asociada al verano, a la playa, a las vacaciones y a las fiestas de calle. Es una deliciosa mezcla de bebidas con un cierto contenido alcohólico, que se ha convertido en uno de los símbolos del país, dentro y fuera de nuestras fronteras. No se sabe muy bien cuál fue el origen de la sangría, y existen varias hipótesis sobre las que nadie se pone de acuerdo. Lo que está claro es que la costumbre de mezclar vinos con zumos, frutas, azúcar, miel y especias era algo que se hacía ya en la antigua Roma.
1VARIANTES Y ALTERNATIVAS
La sangría tradicional lleva vino, azúcar, trozos de fruta, gaseosa y algún licor como cointreau o coñac. Pero en España hay variantes de esta bebida también muy populares, sobre todo en ciertas regiones, como el famoso calimocho (vino tino y refresco de cola); rebujito (refresco de lima o gaseosa y vino manzanilla) o el zurracapote, habitual en Castilla-La Mancha (tinto o clarete macerado con azúcar, frutas y canela). Hoy día se puede encontrar sangría incluso en el supermercado, lista para consumir. Si te gustan estas mezclas de verano, te dejamos aquí algunas propuestas alternativas igual de deliciosas para disfrutar de un trago diferente o sorprender a tus invitados.
