Desde hace años, uno de los etiquetados que más polémica suscita es el del jamón ibérico, producto bandera en España. El sector cárnico está dividido entre los que defienden la normativa y los que creen que es confusa. Campofrío, a través de su marca Navidul, se defiende de las críticas que tachan a la empresa de etiquetar sus productos ibéricos de forma confusa.
Según la Directora de la Unidad de Negocio, Juana Manso, «todos los etiquetados se configuran con el máximo rigor y según la normativa vigente» pues su prioridad es «asegurar la calidad de los mismos». Estas etiquetas, según confirma Manso, «se encuentran amparadas según el Real Decreto 4/2014 del 10 de enero».
Esta ley regula una nueva norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña del lomo ibérico. Además exige a las empresas que definan las características de la calidad y etiquetado de los productos ibéricos, con el objetivo de evitar la infinita variedad de menciones que pueden dar pie a confusión entre los consumidores. Dicha normativa permite que el alimento se anuncie como «jamón ibérico o jamón de bellota» seguido por «un 50% o 75% de ibérico«. Y aquí es donde parte del sector considera que el etiquetado es confuso porque no se trata de un jamón 100% ibérico.
En esta línea, Manso señala que Campofrío «cumple estrictamente con todas y cada una de las normas que regulan el etiquetado y precintos del jamón».
ETIQUETADO TRANSPARENTE
El pasado mes de diciembre, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) lanzaron una campaña europea llamada “Eat Original. Desenmascara tu comida” para lograr un etiquetado más justo y transparente en los alimentos.
Además, estas organizaciones exigen que se empiece a usar correctamente el término «ibérico», por respeto a los consumidores y por la brecha que se ha abierto en el sector cárnico. Donde una buena parte considera que las organizaciones encargadas de la defensa de los derechos de los consumidores han mirado hacia otro lado , lo que ha dado lugar a fraudes en la comercialización de jamones y otros productos ibéricos caducados.
Por ejemplo, algunas empresas del sector acusaron a Navidul de vender un jamón con la etiqueta de «ibérico» cuando en realidad se trata de una paleta de cebo ibérico. La firma responde que «etiquetan los productos ibéricos siguiendo el máximo rigor y amparándose en la normativa vigente» por lo que las acusaciones no son ciertas.
No obstante, «en Campofrío tenemos en cuenta la opinión de nuestros consumidores, por lo que si alguno de nuestros productos genera confusión, les animamos a que nos hagan llegar dichas observaciones y los estudiaremos con atención para seguir mejorando«, indica Manso a este medio.
A pesar de la polémica y acusaciones, en el año 2018 Campofrío creció un 12,6% en volumen llegando a posicionarse como líder indiscutible del sector. Navidul, el buque insignia de la empresa, cerró sus cuentas poseyendo un 8,2% del mercado total, según datos oficiales publicados por Nielsen.
El Jamón Curado 4 estaciones cuya etiqueta reza «jamón gran reserva» es el más vendido en España en 2018, donde en total se vendieron 226.326 toneladas de jamón curado (un 6,8% del volumen total).
OTROS CASOS
No obstante, Navidul no es la única empresa en el punto de mira por sus «confusas etiquetas». Hace algunos meses, Facua denunció al grupo sevillano de distribución Hermanos Martín (propietarios de los supermercados Cash Fresh) ante las autoridades de la Junta de Andalucía por la venta de jamones de pata negra de siete u ocho kilos al precio de 115 euros la unidad. En ellos se puede leer “cien por cien pata negra SL”, una etiqueta que la organización considera como «publicidad engañosa».
Por ello, la OCU y la UPA esperan que prospere la iniciativa europea con la que pretenden que todas las etiquetas de los productos, sean manufacturados o no, informen claramente sobre su lugar de origen. Confirman que un 59% de los consumidores considera muy importante saber cuál es el origen de los productos que adquieren, e incluso están dispuestos a pagar un 10% más por saber el dato.