Manuela Carmena, alcaldesa de la ciudad de Madrid, muestra su apoyo al proyecto Madrid Nuevo Norte, en el momento más delicado. El desarrollo acumula más de 3.000 alegaciones, la Administración ha pospuesto su aprobación definitiva y el presidente de la promotora, Antonio Béjar, ha sido acusado de tráfico de influencias por algunos medios.
El urbanismo del Norte de Madrid tiene un plan. Una idea con más de 20 años de antigüedad, que ha pasado por varios momentos y que en la actualidad vive un estado crítico. Las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina Madrid Nuevo Norte corre el peligro de no ser aprobado antes de su celebración. Pero cuenta con un importante aliado, el actual Gobierno Local.
«El proyecto Madrid Norte va a permitir que Madrid tenga la estación que tiene que tener, 4000 viviendas y un centro de negocio. Va a dar vida y trabajo a Madrid», afirmó el pasado viernes la propia Carmena en ‘Espejo Público’, programa presentado por Susana Griso. Con esta declaración, la alcaldesa mostró estar al lado de un proyecto que ha centrado las críticas de algún sector de la prensa y de parte de la ciudadanía de la capital.
Esta palmadita en la espalda llega en el mejor momento para Béjar y los suyos. Hace tan sólo unos días, ‘eldiario.es’ publicaba un acta de Distrito Castellana Norte, en la que el presidente de la promotora firmó un contrato -en 2015- con Adif que suponía unas «extraordinarias mejoras e incuestionables ventajas» para Distrito Castellana Norte. La sociedad propiedad de BBVA y la Constructora San José que explotará uno de las mayores desarrollos urbanísticos de Europa habría incurrido en esta irregularidad, según este medio.
El documento que cuestiona la supuesta turbia gestión de Béjar es el resumen del consejo de administración que celebró Distrito Castellana Norte el 30 de enero de 2015, pocos días después de firmarse este nuevo contrato, la cuarta renegociación con el Estado tras el concurso público de 1993. Es un acta hasta ahora inédita y que DCN ha intentado ocultar, amenazando a ‘eldiario.es’, a través de un burofax, con «acciones legales» si esta redacción no destruía «con carácter inmediato» el documento y se abstenía de utilizar la información que aparece en él, según denunció el propio medio de Ignacio Escolar.
Todas estas acusaciones vertidas hacia la promotora y su director no han sido suficientes para que Carmena cambie su postura: apoyo total al proyecto. Y no es un ‘postureo’, porque sus palabras corroboran su posicionamiento. Madrid Nuevo Norte sigue más vivo que nunca.
Lo cierto es que no es fácil amparar el proyecto en estos momento. No sólo por las acusaciones directas a Béjar, sino también por la cantidad de alegaciones que ha recibido Madrid Nuevo Norte. En concreto, son 3.200 escritos los que ha recibido el consistorio de la capital en contra de este desarrollo urbanístico que pretende revitalizar el Norte de Madrid.
MAS ALEGACIONES QUE LA ‘OPERACIÓN CHAMARTÍN’
Las más de 3.000 alegaciones hacen que sea el proyecto urbanístico en Madrid más contestado desde el sector asociativo. De hecho, supera en cerca de 1.000 alegaciones al anterior proyecto más cuestionado, la ‘Operación Chamartín’ -predecesora de Madrid Nuevo Norte-, que registró 2.200, desde el sector asociativo de la ciudad.
Entre las alegaciones destacaban las que se refieren a posibles incompatibilidades detectadas en la documentación del proyecto y que «debían de implicar la suspensión del proceso de aprobación en Pleno». Al final, José Manuel Calvo, responsable del Urbanismo de Madrid, claudicó y retrasó la aprobación del proyecto, que debía de haberse producido en el pleno del Ayuntamiento del pasado enero.
Las asociaciones afirman que el estudio informativo del Ministerio de Fomento para el nuevo complejo de la estación Chamartín es «incompatible con la Modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) relativa a Madrid Nuevo Norte». Precisamente, la estación es uno de los puntos que Carmena defiende con más fervor y es algo que ha levantado ampollas entre los detractores del proyecto. Pero Distrito Castellana Norte puede estar tranquila, el Gobierno Local está con ella.