La Asociación Española del Gas (Sedigas) ha mostrado su apoyo a la posición del Gobierno español de oponerse a la propuesta planteada por Bruselas de imponer restricciones en el consumo de gas a los estados miembros y ha considerado necesario una aplicación de las medidas de ahorro que «tenga en consideración las capacidades logísticas y el modelo de suministro de cada Estado miembro, lo cual no es contrario con los principios de necesaria coordinación y solidaridad con nuestros socios comunitarios«.
En concreto, la propuesta regulatoria de la Comisión Europea establece la posibilidad de imponer una reducción de hasta un 15% de la demanda media del período comprendido entre el 1 de agosto y el 31 de marzo siguiente, de los últimos cinco años.
En un comunicado, Sedigas pide tener en cuenta la situación de partida de cada país en términos de consumo de gas, disposición de infraestructuras de recepción e interconexión con Europa y su actual grado de exposición al suministro de gas de origen ruso.
En el caso concreto de España, recuerda que ese riesgo apenas representa el 10% y, por tanto, deben considerarse «la aplicación de medidas diferenciadas que permitan dar una respuesta eficaz y coordinada, en términos de seguridad de suministro y coste, a la actual crisis energética».
Asimismo, la patronal gasista subraya «la relevancia estratégica» actual de la infraestructura gasista española para garantizar la soberanía energética europea, un papel para el que el sector está «plenamente preparado y dispuesto», pero que pasa por «el necesario refuerzo de la red de interconexiones que permitan impulsar no solo más volúmenes de gas natural hoy, sino en el futuro inmediato el flujo de gases renovables, como el biometano y el hidrógeno verde».
Además, Sedigas reitera su «absoluta disposición y voluntad de colaboración» con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para definir medidas de ahorro y eficiencia.