jueves, 21 noviembre 2024

Abacum, la startup que lucha porque tengan en cuenta a ‘los de cuentas’

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Las finanzas no son únicamente algo fundamental para la supervivencia de cualquier pyme o startup que se precie, sino también una valiosísima fuente de información para saber qué se debe variar o mejorar en una empresa. Y hasta predecir qué puede ocurrir en el futuro. Y, aunque parezca evidente, muchas organizaciones todavía no han sabido encontrarle el valor a dichos datos o darle la importancia que se merecen.

Con ese objetivo nació Abacum, una startup española de planificación financiera con un modelo SaaS (software as a service). Su herramienta ayuda a los equipos de finanzas a ser mucho más ágiles con el reporting y el análisis «y compartir todo ello a través de una plataforma colaborativa en la que la información no se pierde en emails».

ORIGEN PANDÉMICO

Abacum surgió en el segundo semestre de 2019 mientras los dos co-fundadores, Julio Martínez y Jorge Lluch, trabajaban en validar una idea. Ambos se habían conocido 13 años atrás haciendo un MBA y, tras finalizarlo, habían seguido en contacto. Les unía su interés por el mundo de las startups, entre otras cosas.

Abacum surgió en el segundo semestre del año 2019

Sin embargo, la compañía se creo formalmente algo después, en plena pandemia. «Julio y yo dejamos nuestros respectivos trabajos y nos lanzamos a esta aventura cuando estábamos encerrados en casa debido a la COVID -19», cuenta Lluch para Merca2.

El emprendedor reconoce que los primeros días fueron «una locura. Buscábamos financiación, equipo y clientes y todo ello teniendo en cuenta que tanto Julio como yo somos padres de tres hijos y en aquellos momentos los teníamos en casa sin ir al colegio».

Pese a este marco tan complicado para emprender, Jorge comenta que la pandemia les benefició de cierta manera, «en tanto que una herramienta que va a mejorar la colaboración en un momento en el que todo el mundo tiene que estar en casa, es una propuesta de valor que resuena de forma positiva».

VITAMINA AMERICANA

Aunque Abacum tiene ADN español y cuenta con unas oficinas en Barcelona, la empresa se creó realmente en Nueva York bajo el paraguas de Y Combinator y tiene su sede central en Madison Avenue. En solo dos años han pasado a ser más de 120 personas.

la empresa se creó realmente en Nueva York bajo el paraguas de Y Combinator

Jorge no niega que el hecho de nacer en la ciudad de los rascacielos y en el ecosistema estadounidense les ha servido como palanca para crecer tan rápido. «Sí que ha ayudado. Te da una visibilidad a nivel global muy importante. Y acceso a un mercado enorme. Te ayuda a crecer y conseguir financiación», subraya.

Lluch no cambiaría nada del origen de la startup. «Todo lo que hemos vivido nos ha traído hasta aquí. Y no nos podemos quejar. Han sido momentos duros a nivel global, y Abacum ha sido un oasis en muchos sentidos. No tocaría nada, porque no sé que implicaciones tendría. En todo este camino hemos aprendido mucho, cometido errores, pero es parte del proceso. Hemos sido muy ágiles en validar hipótesis, iterando rápidamente», apostilla.

PUNTOS FUERTES DE ABACUM

El co-fundador de la startup destaca varios aspectos de su plataforma. El primero de ellos sería su flexibilidad, ya que «nos permite ajustarnos a las necesidades de todos nuestros clientes y poder gestionar modelos altamente complejos, que además se pueden ir ajustando a medida que estos cambian».

Además, también ensalza sus funciones de colaboración con la que sus clientes pueden agregar a la herramienta «a todo tipo de usuarios. Somos la primera herramienta para financieros usada por no financieros, gracias a una experiencia de usuario muy sencilla e intuitiva», asegura.

la compañía ha conseguido atraer más de medio centenar de clientes procedentes de cuatro continentes

Con estos pilares la compañía ha conseguido atraer más de medio centenar de clientes procedentes de cuatro continentes, como Cabify, Getir, Tier, Mixpanel, Yoco, Tul, Fintual, etc. Entre ellos se encuentran todo tipo de empresas tradicionales, pero también clientes tan exóticos como una empresa cotizada en el mercado de Nairobi.

EL NINGUNEADO ÁREA DE FINANZAS

Abacum quiere dar al CFO y el resto de personal del área financiera el lugar que se merecen. Pese a ser ‘los magos de los números’ su opinión no siempre es escuchada.

Esto incluso ocurre en momentos tan críticos para las organizaciones como en los ataques de ransomware. Un estudio realizado por la firma de investigación Sapio Research y publicado recientemente recoge que solo un 12% de los responsables financieros había tomado un papel activo en la planificación de estos incidentes, que pueden conllevar para las empresas gastos de millones de dólares.

«Creo que la aportación del departamento financiero ha estado infravalorada en las discusiones estratégicas ya que, derivado de los flujos de trabajo tradicionales y las herramientas utilizadas, normalmente a los departamentos de finanzas se nos ve ‘llegar tarde'», asegura Lluch.

«El área de finanzas suele ser la propietaria de información muy relevante y crítica para la compañía. Lo que necesita son mejores herramientas para que sea fácil de compartir, con seguridad y que ayude a ese debate interno a la hora de analizar los impactos en las finanzas de las decisiones de negocio. Y permitir el consenso de todos los stakeholders», añade el co-fundador de Abacum.

FONDOS Y VALORACIÓN

Hasta la fecha Abacum ha levantado 30 millones de euros (32 millones de dólares), según consta en Crunchbase, atrayendo a 18 inversores. La startup cerró su última ronda de financiación en noviembre del año pasado, recaudando 23 millones de euros (25 millones de dólares).

La operación de Series A fue liderada por Atomico y en la misma también participaron Creandum, FJ Labs, S16VC y otros inversores existentes. A la ella se unieron también algunos business angels, destacando a los españoles Felipe Navío y Juan Urdiales, co-founders de Jobandtalent. Los fondos se están usando durante este ejercicio para mejorar el producto y seguir creciendo.

Para Lluch, la posibilidad de llegar a ser unicornio es simplemente «un paso en el camino. No es para nada un objetivo en sí». Según cuenta, él y su socio tienen la ambición de que Abacum sea «un gran éxito» y la valoración de la compañía solo «es un indicador más». Por el momento, prefieren centrarse en el día a día, «en lo que depende de nosotros y obsesionados en ejecutar de una forma impecable».

El emprendedor explica que priorizan más el que «Abacum sea una gran empresa, donde la gente esté a gusto, pueda crecer, y se sienta respaldada.


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