En el mundo de la gastronomía saludable, pocas combinaciones son tan versátiles, nutritivas y deliciosas como la ensalada de quinoa, pollo y verduras. Este plato, que ha ganado popularidad en los últimos años, es un testimonio de cómo la cocina moderna fusiona ingredientes ancestrales con técnicas contemporáneas para crear comidas completas y satisfactorias.
Para entender la ensalada de quinoa, pollo y verduras, primero debemos hablar de su ingrediente estrella: la quinoa. Originaria de la región andina de América del Sur, la quinoa (pronunciado «kin-ua») es un pseudocereal que ha sido cultivado y consumido por civilizaciones precolombinas durante miles de años. Los incas la consideraban un alimento sagrado, refiriéndose a ella como «la madre de todos los granos» (chisaya mama en quechua), y la utilizaban como base de su alimentación, reconociendo sus impresionantes propiedades nutricionales.
A diferencia de los cereales verdaderos como el trigo o el arroz, la quinoa es una semilla que botánicamente está más emparentada con la espinaca y la remolacha. Su popularidad ha crecido exponencialmente en las últimas décadas debido a su perfil nutricional excepcional. Es una fuente completa de proteínas, lo que significa que contiene los nueve aminoácidos esenciales que el cuerpo humano no puede producir por sí mismo. Además, es rica en fibra, vitaminas (como las del grupo B y E) y minerales (hierro, magnesio, fósforo, manganeso, zinc, cobre y potasio). Su naturaleza sin gluten la convierte en una excelente opción para personas con sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca.
Durante siglos, tras la llegada de los conquistadores españoles, el cultivo de la quinoa disminuyó drásticamente, siendo reemplazada por cultivos europeos como el trigo y la cebada. Sin embargo, en el siglo XX, hubo un resurgimiento del interés por este «superalimento» debido a sus beneficios para la salud y su adaptabilidad a diferentes climas y suelos. La NASA incluso la ha considerado un alimento ideal para viajes espaciales por su alto valor nutritivo y su facilidad de preparación.
La incorporación del pollo a esta ensalada no es casual. El pollo es una proteína magra muy accesible y versátil que complementa perfectamente la quinoa, aportando volumen y saciedad al plato. Las verduras, por su parte, añaden color, textura, fibra, vitaminas y antioxidantes, haciendo de esta ensalada una comida equilibrada y completa. La ensalada de quinoa, pollo y verduras, tal como la conocemos hoy, es un plato relativamente moderno, surgido de la tendencia global hacia una alimentación más consciente y saludable, y de la exploración de ingredientes de diversas culturas. Es un reflejo de cómo la cocina contemporánea busca la sinergia entre nutrición y sabor.
1Ingredientes y tiempos para hacer la ensalada de quinoa, pollo y verduras frescas

Esta receta está diseñada para ser sencilla, nutritiva y deliciosa, ideal para una comida ligera o una cena saludable.
Tiempo de preparación: 25 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes:
Para la quinoa:
- 1 taza de quinoa blanca (o tricolor)
- 2 tazas de agua o caldo de verduras
- 1/2 cucharadita de sal
Para el pollo:
- 2 pechugas de pollo sin piel ni hueso (aproximadamente 300-350g)
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce (opcional)
- 1/4 cucharadita de ajo en polvo (opcional)
Para las verduras y otros:
- 1 pepino mediano, pelado, sin semillas y picado en cubos pequeños
- 1 pimiento rojo mediano, sin semillas y picado en cubos pequeños
- 1 pimiento amarillo mediano, sin semillas y picado en cubos pequeños
- 1 taza de tomates cherry, cortados por la mitad
- 1/2 cebolla morada pequeña, finamente picada
- 1/4 taza de perejil fresco, picado
- 1/4 taza de menta fresca, picada (opcional, pero muy recomendable)
Para el aderezo de limón y hierbas:
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de jugo de limón fresco
- 1 cucharadita de mostaza Dijon
- 1 diente de ajo pequeño, picado finamente o rallado
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- 1/2 cucharadita de orégano seco (o 1 cucharadita de orégano fresco picado)