viernes, 16 mayo 2025

Cómo hacer mermelada de fresa casera como la de las abuelas

La mermelada de fresa es un auténtico clásico en muchas cocinas, evocando recuerdos nostálgicos de la infancia y de momentos familiares alrededor de la mesa. Hacer mermelada de fresa casera es una actividad gratificante que no solo te permite disfrutar de un delicioso producto, sino también de la posibilidad de personalizarlo a tu gusto. La mermelada casera es ideal como acompañamiento en el desayuno, una merienda o incluso como ingrediente en postres. En este artículo, exploraremos la historia de la mermelada de fresa, los ingredientes necesarios, una receta detallada paso a paso, así como variantes y sugerencias de acompañamiento.

La historia de la mermelada se remonta a la antigüedad, cuando las frutas se cocinaban con miel como forma de preservarlas. Los romanos y los griegos ya preparaban conservas de frutas, y la tradición se ha mantenido viva a lo largo de los siglos.

Aunque las mermeladas de frutas, incluida la de fresa, fueron originalmente preparadas con azúcar, el uso del azúcar comenzó a generalizarse en Europa durante la Edad Media. En este periodo, las técnicas de conservación se perfeccionaron, permitiendo que las mermeladas y conservas se convirtieran en productos populares en los hogares europeos.

La fresa, un símbolo de la primavera, ha sido cultivada y apreciada desde hace siglos. En Europa, se dice que el cultivo de fresas comenzó en el siglo XIV, y se utilizaban tanto para comer frescas como para hacer conservas. La mermelada de fresa, en particular, se popularizó en el siglo XIX, cuando el azúcar se volvió más accesible. La preparación de mermelada en casa ha seguido siendo una práctica común entre muchas familias, con recetas que se transmiten de generación en generación.

Publicidad

Ingredientes para hacer mermelada de fresa

alto angulo sabroso mermelada en frasco Merca2.es
Fuente: Agencias

– Fresas:
– 1 kg de fresas frescas (asegúrate de que estén maduras y sin daños)

– Azúcar:
– 700 g de azúcar (puedes ajustar la cantidad según tu preferencia por la dulzura)

– Zumo de limón:
– El jugo de 2 limones (para aportar acidez y ayudar en la conservación)

Ingredientes opcionales

– Para realzar el sabor:
– 1 pizca de sal (para equilibrar la dulzura)
– 1 cucharada de pectina (si deseas una textura más gelatinosa)

Receta paso a paso de mermelada de fresa casera

vista superior mermelada de fresa en pan Merca2.es
Fuente: Agencias

Preparación de las fresas

1. Lavar y limpiar:
– Lava bien las fresas bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad o residuo. Asegúrate de hacerlo con cuidado para no dañar la fruta.

2. Quitar los tallos:
– Retira los tallos de las fresas, cortando la parte superior con un cuchillo. Puedes optar por dejar algunas fresas enteras o cortarlas en mitades, dependiendo de la textura que prefieras en tu mermelada.

Macerar las fresas

3. Macerar:
– Coloca las fresas limpias en un recipiente grande y espolvorea los 700 g de azúcar por encima. Agrega el jugo de limón y una pizca de sal (si decides usar). Mezcla bien para cubrir las fresas con el azúcar y el limón.

4. Dejar reposar:
– Cubre el recipiente con film transparente y deja reposar las fresas durante al menos 1-2 horas. Este tiempo permitirá que las fresas suelten su jugo y se forme una mezcla dulce y jugosa.

Cocinar la mermelada

5. Preparar la olla:
– Una vez que las fresas hayan macerado, transfiérelas a una olla grande. Asegúrate de que el fondo de la olla sea lo suficientemente grueso para evitar que se pegue.

6. Cocinar a fuego medio:
– Calienta la olla a fuego medio y lleva la mezcla a ebullición, removiendo ocasionalmente. Esto ayudará a que el azúcar se disuelva y que las fresas se cocinen uniformemente.

7. Hervir:
– Una vez que la mezcla ha comenzado a hervir, reduce el fuego a medio-bajo y cocina a fuego lento. La mermelada estará lista cuando la mezcla espese y tenga una consistencia gelatinosa. Este proceso puede tardar de 30 a 45 minutos.

8. Comprobar la cocción:
– Para comprobar si la mermelada está lista, utiliza la prueba del plato: coloca una cucharadita de mermelada en un plato frío y deja que se enfríe. Luego inclina el plato; si la mermelada no se desliza fácilmente, está lista.

Envasar la mermelada

9. Preparar los frascos:
– Mientras la mermelada se cocina, esteriliza los frascos donde la vas a guardar. Puedes hacerlo hirviéndolos en agua durante 10 minutos o colocándolos en el horno a 100 °C (212 °F) durante 15 minutos. Esto ayudará a prevenir la contaminación.

10. Vertir la mermelada:
– Una vez que la mermelada haya alcanzado la consistencia deseada, retírala del fuego y vierte con cuidado la mezcla caliente en los frascos esterilizados. Deja un pequeño espacio en la parte superior de cada frasco.

11. Sellar los frascos:
– Limpia los bordes de los frascos para asegurarte de que no haya residuos que impidan un buen sellado. Coloca las tapas en los frascos y asegúralas firmemente.

Enfriar y almacenar

12. Enfriar:
– Deja que los frascos de mermelada se enfríen a temperatura ambiente. A medida que se enfríen, deberían formar un vacío que garantiza la durabilidad de la mermelada.

13. Almacenamiento:
– Una vez fríos, almacena los frascos en un lugar fresco y oscuro. La mermelada casera puede durar varios meses en condiciones adecuadas. Después de abrirla, refrigérala y consúmela en un plazo de 2-3 semanas.

Acompañamientos para la mermelada de fresa

superficie de madera con fresa y mermelada de fresa Merca2.es
Fuente: Agencias

La mermelada de fresa casera es deliciosa por sí sola, pero aquí hay algunas sugerencias de acompañamiento que pueden complementar este dulce:

Tostadas

El acompañamiento clásico de la mermelada es, por supuesto, el pan tostado. Utiliza pan de masa madre o tostadas de centeno para un sabor rústico que contrastará maravillosamente con la dulzura de la mermelada.

Yogur

Incorporar la mermelada en un tazón de yogur natural o griego cremoso puede ser una manera deliciosa y saludable de disfrutarla. El contraste de texturas es muy satisfactorio.

Postres

La mermelada de fresa puede usarse como un relleno en pasteles, tartas o incluso crepas. También se puede mezclar con queso crema para crear un delicioso dip para galletas o frutas.

Helado

Un poco de mermelada de fresa sobre helado de vainilla es un postre refrescante y delicioso. El contraste frío y cremoso con el dulce y afrutado es simplemente irresistible.

Salsas y glaseados

Utiliza la mermelada de fresa como base para glaseados o salsas en carnes a la parrilla, como cerdo o pollo. La dulzura de la fresa puede equilibrar perfectamente los sabores salados.

Variantes de la mermelada de fresa

mermelada de fresa sobre fondo blanco de madera rusric Merca2.es
Fuente: Agencias

La mermelada de fresa es altamente versátil y se puede adaptar de diferentes maneras:

Mermelada mixta

Puedes mezclar fresas con otros frutos, como frambuesas, arándanos o moras. Esta combinación no solo añade diferentes sabores; también crea un perfil visualmente atractivo.

Mermelada de fresa y hierbas

La adición de hierbas frescas, como albahaca o menta, puede aportar un sabor fresco y único a la mermelada. Experimenta introduciendo estas hierbas justo al final de la cocción.

Mermelada con especias

Incorpora especias como la canela o el jengibre para darle un giro cálido y especiado a la mermelada. Esto puede ser particularmente agradable en tartas o como parte de un desayuno acogedor.

Mermelada con agrio

Considera añadir un poco de zumo de limón o ácido cítrico para balancear la dulzura de la mermelada. Esta acidez agudiza el sabor de la fruta y puede ofrecer un contraste refrescante.

Consejos para hacer mermelada perfecta

vista superior de mermelada de fresa con fresas frescas en una tabla de cocina de madera sobre un fondo azul Merca2.es
Fuente: Agencias

– Frutas frescas: Utiliza fresas frescas y maduras para lograr la mejor mermelada. Asegúrate de que no estén maduras en exceso, ya que pueden descomponerse durante la cocción.

– Cuidado con la cocción: Mantén un ojo en la mermelada mientras se cocina para evitar que se queme. Un calentamiento lento y constante es la clave para evitar alteraciones en el sabor.

– Usa frascos esterilizados: Asegúrate de utilizar frascos de vidrio limpios y esterilizados para almacenar la mermelada. Puedes hacerlo hirviendo los frascos en agua durante unos 10 minutos o metiéndolos en el horno a baja temperatura (100°C) durante 15-20 minutos. Esto ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias y garantiza que tu mermelada se conserve bien.

– Textura adecuada: Si prefieres una mermelada más espesa, puedes añadir pectina. La pectina es un compuesto natural que se encuentra en muchas frutas y que actúa como agente gelificante. Si utilizas fruta que tiene menos pectina naturalmente, como las fresas, es un buen consejo incluir un poco de pectina adicional.

– Prueba del plato frío: Para comprobar si tu mermelada ha alcanzado la consistencia deseada, puedes realizar la “prueba del plato frío”. Vierte una cucharadita de la mermelada caliente en un plato que hayas enfriado previamente. Deja que se enfríe un momento y luego inclina el plato. Si la mermelada se mantiene en su lugar, está lista.

– Almacenamiento: Almacena la mermelada en un lugar fresco y oscuro. Además de en el refrigerador, la mermelada se puede conservar en la despensa durante meses si se ha sellado correctamente.


Publicidad