La tarta de queso es un postre que ha conquistado corazones y paladares a lo largo y ancho del mundo. Este dulce, caracterizado por su suavidad y cremosidad, se presenta en diversas formas y variantes, pero siempre conserva su esencia: una mezcla irresistible de queso, crema y un toque de dulzura. En este artículo, exploraremos la historia de la tarta de queso, los ingredientes necesarios para hacerla, una receta detallada paso a paso, y algunas sugerencias de acompañamiento que harán que tu tarta sea aún más especial.
La historia de la tarta de queso se remonta a la antigua Grecia, donde se dice que se servía un postre hecho de queso, miel y harina en los banquetes. Los antiguos romanos también confeccionaban un plato similar, conocido como «libum,» que se ofrecía como sacrificio a los dioses. Sin embargo, la tarta de queso tal como la conocemos hoy en día ha evolucionado significativamente a lo largo de los siglos.
En el siglo XVIII, las recetas de tarta de queso comenzaron a aparecer en libros de cocina en Europa. Con el tiempo, llegaron a popularizarse en América del Norte, donde se desarrollaron varias versiones, como la clásica cheesecake de Nueva York, que utiliza queso crema como base.
En cada región del mundo, se han creado diferentes interpretaciones de la tarta de queso. Desde las tartas de queso japonesas que son esponjosas hasta las versiones más densas de la tarta de queso al estilo europeo, cada variante refleja la cultura y la técnica de la región. Hoy en día, la tarta de queso sigue siendo un favorito en diversas celebraciones, tanto en cenas familiares como en ocasiones especiales.
Ingredientes para la tarta de queso casera

Para la base:
– Galletas:
– 200 g de galletas tipo Digestive o María
– Mantequilla:
– 100 g de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno:
– Queso:
– 600 g de queso crema (puedes usar un queso mascarpone para una textura más rica)
– Azúcar:
– 150 g de azúcar (ajustar al gusto)
– Huevos:
– 3 huevos grandes
– Nata:
– 200 ml de nata para montar (crema de leche)
– Vainilla:
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
– Harina:
– 2 cucharadas de harina de trigo (opcional, para mayor estructura)
Ingredientes opcionales para decorar
– Mermelada de frutas:
– 200 g de mermelada de frutas del bosque, fresa o frutos rojos
– Frutas frescas:
– Frambuesas, fresas o arándanos para decorar
Receta paso a paso de tarta de queso casera

Preparación de la base
1. Triturar las galletas:
– Comienza por triturar las galletas en un procesador de alimentos hasta que queden como un polvo fino. Si no tienes un procesador, puedes colocar las galletas en una bolsa y aplastarlas con un rodillo.
2. Mezclar con mantequilla:
– En un bol, combina las galletas trituradas con la mantequilla derretida. Mezcla bien hasta que la mezcla tenga una textura similar a la arena húmeda.
3. Formar la base:
– Precalienta el horno a 180 °C (350 °F). En un molde para tarta desmontable (de aproximadamente 23 cm de diámetro), presiona la mezcla de galletas de manera uniforme en el fondo y un poco en los lados. Asegúrate de que quede bien compacta. Hornea durante 10 minutos para fijar la base y resaltar el sabor de las galletas. Luego, retira del horno y deja enfriar.
Preparación del relleno
4. Batir el queso:
– En un bol grande, añade el queso crema a temperatura ambiente. Usa una batidora eléctrica o un batidor de mano para batir el queso hasta que esté suave y cremoso.
5. Añadir el azúcar y la vainilla:
– Agrega el azúcar y el extracto de vainilla al queso batido y mezcla bien hasta que todo esté completamente integrado.
6. Incorporar los huevos:
– Añade los huevos uno a uno, asegurándote de mezclar bien después de cada adición. Esto asegura que la mezcla quede esmaltada y uniforme.
7. Agregar nata y harina:
– Incorpora la nata y, si decides usarla, la harina. Mezcla a baja velocidad hasta que estén completamente combinados y la mezcla sea homogénea.
Hornear la tarta de queso
8. Llenar el molde:
– Vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta ya enfriada, asegurándote de que esté bien nivelada.
9. Hornear:
– Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 50-60 minutos, o hasta que la parte central esté un poco temblorosa pero bien cocida alrededor. Si es necesario, cubre la parte superior de la tarta con papel de aluminio durante la cocción para evitar que se queme.
10. Dejar enfriar:
– Una vez que la tarta esté cocida, apaga el horno y deja la puerta entreabierta durante aproximadamente 1 hora. Esto permitirá que la tarta se enfríe lentamente, evitando que se agriete en la parte superior.
11. Refrigerar:
– Cuando esté a temperatura ambiente, retira la tarta del horno y déjala enfriar por completo. Luego, refrigérala durante al menos 4 horas, idealmente toda la noche, para que tome firmeza.
Preparación del glaseado (opcional)
12. Añadir mermelada:
– Si decides usar mermelada, sácala del refrigerador y caliéntala ligeramente en una cacerola o en el microondas. Una vez suave, extiende la mermelada sobre la superficie de la tarta de queso fría.
13. Decoración:
– Adorna con frutas frescas como frambuesas, fresas o arándanos, que no solo añaden color, sino también un toque ácido que complementa la dulzura de la tarta.
Servir
14. Cortar y presentar:
– Antes de servir, saca la tarta de queso del refrigerador. Con un cuchillo húmedo, corta rebanadas y presenta cada porción en un plato. El pastel puede disfrutarse solo o con un poco más de mermelada o frutas encima.
Acompañamientos para la tarta de queso

La tarta de queso es deliciosa por sí sola, pero algunos acompañamientos pueden añadir un toque especial a la hora de servir:
Café o Té
Un café fuerte o un té negro complementaría perfectamente este dulce postre. La amargura del café realza la dulzura de la tarta.
Helado
Un poco de helado de vainilla o de frambuesa puede ser un acompañamiento espectacular. El contraste de temperaturas y texturas es insuperable.
Salsas
Puedes preparar salsas para acompañar, como una salsa de chocolate, caramelo o una salsa de frutas del bosque que combine perfectamente con la tarta.
Frutos secos
Tostar un puñado de nueces o almendras y espolvorearlos sobre la tarta o servir como aperitivo puede brindar un contraste de sabores interesante.
Variantes de la tarta de queso

Las distintas variaciones de la tarta de queso pueden satisfacer varios paladares y preferencias dietéticas. Aquí te presentamos algunas ideas:
Tarta de queso al horno
La tarta de queso al horno es un clásico, que se diferencia de la tarta de queso fría por su textura más densa y cremosa.
Tarta de queso fría
Haz una versión sin hornear utilizando gelatina o crema para que mantenga su forma. Esta opción es ideal en climas cálidos.
Tarta de queso de frutas
Incorpora puré de frutas como fresas, mango o maracuyá en la mezcla del queso para aportar un color vibrante y un sabor afrutado.
Tarta de queso de chocolate
Agrega cacao en polvo a la mezcla del queso para hacer una versión rica y chocolatada del clásico, ideal para los amantes del chocolate.
Consejos para hacer la mejor tarta de queso

– Utiliza ingredientes a temperatura ambiente: Asegúrate de que el queso crema y los demás ingredientes estén a temperatura ambiente. Esto facilitará la mezcla y evitará grumos.
– No overmix: Al añadir los huevos, mezcla solo lo suficiente para incorporarlos. Un exceso de mezcla puede hacer que el pastel se agriete al hornearse.
– Recomendada horneado a baño maría: Si deseas prevenir agrietamientos, coloca el molde de tarta dentro de otra bandeja con agua en el horno. Esto mantendrá la humedad y hará que se cocine más suavemente.
– Almacenamiento: Si tienes sobras, cubre la tarta con film transparente y refrigérala. Puede durar hasta una semana en el refrigerador.