martes, 29 abril 2025

Cuidado si te quedas sin batería en el coche, este error te puede salir carísimo

Quedarse tirado con el coche es una de las faenas más universales y frustrantes que existen, una situación que casi todos hemos vivido o tememos vivir en algún momento. Pocas cosas fastidian más un día que girar la llave de contacto y escuchar ese silencio desolador o, peor aún, un quejido agónico del motor de arranque que anuncia lo inevitable: la batería ha dicho basta. Ante este panorama, la solución más socorrida, casi un acto reflejo transmitido de generación en generación, es sacar las pinzas y buscar un alma caritativa dispuesta a compartir un poco de su energía eléctrica. Parece sencillo, ¿verdad? Pues cuidado, porque un error en este procedimiento aparentemente trivial puede convertir una simple batería descargada en una avería de miles de euros.

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Los vehículos modernos ya no son aquellos amasijos de hierros y cables relativamente simples de nuestros abuelos; hoy son auténticos ordenadores con ruedas, repletos de electrónica delicada y sistemas interconectados que gestionan desde la inyección de combustible hasta el climatizador o los asistentes de seguridad. Esta complejidad tecnológica, si bien nos ofrece confort y seguridad, también los hace tremendamente vulnerables a las sobretensiones o a una incorrecta manipulación eléctrica. El viejo método de conectar los cables «a ojo» o sin seguir un orden específico ya no vale, y las consecuencias de un fallo pueden ser catastróficas para la centralita electrónica (ECU), el cerebro del automóvil, cuya sustitución es una de las reparaciones más costosas que podemos afrontar en nuestro vehículo.

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LAS PINZAS: AMIGAS O ENEMIGAS SEGÚN EL MANUAL

Fuente Freepik

El procedimiento correcto para arrancar un coche con pinzas no es un arcano secreto, sino que viene detallado en el manual de usuario de prácticamente todos los vehículos, y seguirlo al pie de la letra es fundamental. Generalmente, implica conectar primero el cable positivo (rojo) al borne positivo de la batería descargada y luego al positivo de la batería cargada. Después, se conecta el cable negativo (negro) al borne negativo de la batería cargada y, aquí viene el punto crítico, el otro extremo del cable negativo debe conectarse a una buena masa metálica del vehículo con la batería descargada, como un tornillo robusto del bloque motor o un punto específico indicado por el fabricante, siempre alejado de la propia batería para evitar chispas cerca de los gases que esta pudiera emanar. Arrancar primero el coche auxiliar y esperar unos minutos antes de intentar arrancar el coche afectado completa el proceso seguro.

Los errores más comunes y peligrosos suelen surgir por prisas, desconocimiento o por usar material inadecuado. Invertir la polaridad, es decir, conectar el positivo con el negativo, es quizás el fallo más grave, ya que provoca un cortocircuito inmediato que puede fundir fusibles, quemar cables e incluso dañar irreversiblemente la ECU y otros módulos. Conectar el borne negativo directamente al negativo de la batería descargada, en lugar de a una masa, aumenta significativamente el riesgo de producir chispas cerca de la batería, lo cual es peligroso por la posible presencia de hidrógeno inflamable. Además, utilizar pinzas de mala calidad, con cables demasiado finos o con las mordazas en mal estado, puede provocar sobrecalentamientos, conexiones deficientes y picos de tensión perjudiciales para la electrónica del coche.


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