martes, 29 abril 2025

Esta señal de tráfico ‘invisible’ te puede costar 200 euros de multa, y está por todas partes

El asfalto de nuestras carreteras y ciudades está plagado de mensajes silenciosos, de indicaciones que a menudo pasamos por alto en la vorágine del día a día al volante. Y es precisamente esa falta de atención la que puede acarrear una desagradable sorpresa, porque ignorar ciertas marcas viales horizontales puede suponer una dolorosa multa de hasta 200 euros, una sanción que muchos conductores desconocen poder recibir por algo tan aparentemente trivial como una línea pintada en el suelo. Son las señales ‘invisibles’, esas que no están en un poste vertical pero que tienen exactamente la misma validez legal y cuyo incumplimiento se paga caro.

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La rutina al volante, las prisas o simplemente el desconocimiento hacen que no siempre prestemos la debida atención a la pintura que delimita carriles, zonas prohibidas o pasos para viandantes. Creemos que solo las señales verticales o los semáforos dictan las normas de circulación, olvidando que el propio pavimento es un libro abierto de reglas que debemos saber interpretar, ya que su correcta lectura es fundamental para garantizar no solo nuestra seguridad sino la de todos los usuarios de la vía. El problema es que estas marcas, a veces desgastadas por el uso y las inclemencias del tiempo, se vuelven casi fantasmales, pero su autoridad, y la posibilidad de recibir una sanción económica por no respetarlas, sigue intacta ante los ojos de la Dirección General de Tráfico y los agentes de movilidad.

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LA PINTURA EN EL ASFALTO: MUCHO MÁS QUE DECORACIÓN VIAL

Fuente Pexels

Resulta fundamental comprender que las marcas viales horizontales no son meros elementos decorativos o sugerencias opcionales para organizar el tráfico. Constituyen, a todos los efectos legales, señales de circulación con un mandato claro y específico, cuya función principal es regular los flujos de vehículos y peatones, advertir de peligros o guiar al conductor de forma segura. Desde una simple línea continua hasta un complejo cebreado o una flecha de selección de carril, cada trazo pintado sobre el firme tiene un significado preciso recogido en el Reglamento General de Circulación, y su desconocimiento o desobediencia puede derivar directamente en una propuesta de sanción, habitualmente una considerable multa económica.

La convivencia en la carretera exige el respeto escrupuloso de todas las normas, y estas señales horizontales son una parte esencial de ese código compartido. A menudo refuerzan indicaciones de señales verticales, pero en muchas ocasiones actúan de forma independiente, estableciendo prohibiciones o mandatos por sí mismas, como puede ser la prohibición de adelantar marcada por una línea continua o la obligación de ceder el paso en un cruce señalizado únicamente con una línea transversal. Ignorar estas indicaciones, ya sea por distracción, por pensar que no son tan importantes o porque su estado de conservación no es óptimo, no exime de responsabilidad al conductor y la temida multa puede materializarse en el buzón días después.

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