Imagínate un día cualquiera, quizá mientras vas en el metro o esperas en una cola, y de repente tu móvil pierde la cobertura. No le das mayor importancia, piensas que será un fallo puntual de la red, algo que pasa de vez en cuando. Pero lo que no sospechas es que en ese preciso instante, alguien podría estar ejecutando un sofisticado timo bancario que tiene como objetivo vaciar tus cuentas corrientes sin que te des cuenta hasta que sea demasiado tarde, utilizando una técnica sigilosa y terriblemente efectiva conocida como duplicado de SIM o SIM swapping.
Este tipo de fraude se ha convertido en una pesadilla recurrente para muchos ciudadanos en España, aprovechando nuestra creciente dependencia del teléfono móvil para casi cualquier gestión, especialmente las bancarias. Los delincuentes han afinado sus métodos, combinando engaños previos para obtener datos personales con la explotación de posibles brechas en los procedimientos de las operadoras telefónicas. El resultado es un acceso casi total a la llave maestra de nuestra vida digital y financiera: el número de teléfono, la puerta de entrada para confirmar operaciones que deberían ser seguras.
2INGENIERÍA SOCIAL AL DESNUDO: CÓMO CONSIGUEN ENGAÑAR A TU OPERADORA

Antes de poder solicitar el duplicado de la SIM, los criminales necesitan recopilar información sensible sobre ti, y aquí es donde entra en juego la ingeniería social. Utilizan técnicas como el phishing (correos electrónicos fraudulentos), el smishing (mensajes SMS falsos) o incluso llamadas telefónicas haciéndose pasar por entidades legítimas, como tu propio banco o una empresa de servicios, para que reveles datos personales clave como tu DNI, nombre completo, dirección o incluso respuestas a preguntas de seguridad. Caer en estas trampas es el primer paso que les facilita enormemente la labor posterior de suplantación de identidad ante la operadora.
Con esta información en su poder, el siguiente movimiento es contactar con tu compañía de telefonía móvil. Armados con tus datos personales, los estafadores se hacen pasar por ti con una sorprendente verosimilitud, solicitando el duplicado de la tarjeta SIM bajo pretextos convincentes como la pérdida del teléfono o un supuesto mal funcionamiento de la tarjeta actual. Aunque las operadoras tienen protocolos de seguridad, la habilidad de los delincuentes para sortear estas barreras, a veces explotando la falta de rigor en la verificación de identidad por parte de algunos empleados o sistemas, les permite obtener esa nueva SIM que será la llave para el siguiente paso del timo bancario.