Durante años, muchos conductores han intentado esquivar las multas frenando justo antes de pasar por un radar. Pero la DGT ya tiene la fórmula perfecta para que esta vieja estrategia deje de funcionar. Y, sinceramente, no les falta razón… era cuestión de tiempo que pusieran remedio.
Ahora, gracias a los radares de tramo, ya no basta con reducir la velocidad unos metros antes del control. La DGT ha perfeccionado su vigilancia para que los conductores respeten los límites a lo largo de todo el trayecto no solo al ver el temido cartel.
7El objetivo real de la DGT con estos cambios

Más allá de las multas, la DGT insiste en que su prioridad es salvar vidas. No se trata de recaudar a toda costa,sino de reducir los accidentes provocados por el exceso de velocidad, que todavía son demasiados.
Cada vez que frenamos de golpe o pisamos el acelerador más de la cuenta, jugamos una partida peligrosa. Los radares de tramo son una manera de recordarnos que el respeto a las normas puede, literalmente, salvar vidas… incluso la nuestra.