El salteado de verduras es uno de esos platos sencillos que son clave en una alimentación saludable. Se trata de una preparación rápida que permite disfrutar de una variedad de vegetales frescos, resaltando su sabor y textura sin complicaciones. Además, las verduras son ricas en vitaminas, minerales y fibra, lo que convierte este plato en un complemento ideal para cualquier comida. En este artículo, exploraremos la historia del salteado de verduras, los ingredientes que puedes usar, una receta detallada paso a paso y sugerencias para acompañarlo con otros platos.
El salteado es una técnica culinaria que se remonta a varias civilizaciones antiguas, siendo especialmente prominente en la cocina asiática. Esta forma de cocinar, que consiste en saltar los ingredientes rápidamente en una sartén o wok con una pequeña cantidad de aceite caliente, ha llevado a la creación de platos vibrantes y llenos de sabor en numerosas culturas.
El salteado de verduras, en particular, se ha convertido en un plato universal que se encuentra en muchas cocinas del mundo. En la cultura occidental, la práctica de saltear verduras ha ido ganando popularidad con el auge de la vida saludable, destacando su capacidad para conservar los nutrientes mientras se crea una explosión de sabores.
En la cocina mediterránea, por ejemplo, el uso de aceite de oliva y hierbas aromáticas en el salteado de verduras ha formado parte de la dieta tradicional. Esta técnica proporciona una forma rápida de cocinar verduras que no solo son sabrosas si no también nutritivas, permitiendo a los cocineros crear platillos llenos de color y textura.
2Receta paso a paso de salteado de verduras

Preparación de los Ingredientes
Antes de comenzar a cocinar, asegúrate de tener todos los ingredientes listos. La clave de un buen salteado es la preparación eficiente:
1. Lavar y cortar las verduras:
– Lava todas las verduras bajo agua fría. Corta los pimientos en tiras, las zanahorias en rodajas finas, el calabacín en cubos y las cebollas en juliana. Se recomienda cortar las verduras en tamaños uniformes para asegurar una cocción rápida y homogénea.
2. Preparar el ajo y el jengibre:
– Pela y pica los dientes de ajo finamente. Si decides usar jengibre, pélalo y rállalo o pícalo en trozos pequeños.
Calentar la sartén
3. Aceite caliente:
– En una sartén grande o un wok, calienta 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto. Es importante calentar el aceite adecuadamente antes de añadir las verduras para obtener un buen salteado.
Sofreír el ajo y el jengibre
4. Cocinar el ajo y el jengibre:
– Añade el ajo picado y el jengibre (si usas) al aceite caliente. Sofríe durante 30 segundos, removiendo constantemente para evitar que se queme. El ajo y el jengibre liberarán su aroma, creando una base deliciosa para el salteado.
Añadir las verduras
5. Incorporar verduras más duras:
– Agrega primero las zanahorias, ya que son más duras y requieren más tiempo de cocción. Sofríe durante 2-3 minutos, removiendo con frecuencia para que se cocinen de manera uniforme.
6. Añadir pimientos y cebolla:
– Después, añade los pimientos cortados y la cebolla. Cocina durante otros 3-4 minutos. Estas verduras añadirán dulzura al salteado.
7. Incorporar brócoli y calabacín:
– Añade el brócoli y el calabacín a la sartén, junto con un poco de sal y pimienta. Cocina durante otros 3-4 minutos. Los colores vibrantes de las verduras crearán un plato visualmente atractivo.
8. Agregar espinacas:
– Finalmente, incorpora las espinacas frescas o acelgas. Remueve constantemente durante 2 minutos hasta que las espinacas se marchiten y todo esté bien mezclado.
Aliñar el salteado
9. Añadir salsa de soja (opcional):
– Si deseas un toque asiático en el salteado, añade 2-3 cucharadas de salsa de soja. Mezcla bien para que todas las verduras se impregnen.
10. Finalizar con zumo de limón:
– Si lo prefieres, puedes añadir un chorrito de zumo de limón para un sabor fresco y ácido. Esto realzará los sabores de las verduras y aportará un contraste agradable.
Servir el salteado
11. Presentación:
– Retira la sartén del fuego y sirve el salteado caliente en un plato grande o en cuencos individuales. Puedes decorarlo con unas semillas de sésamo por encima para darle un toque crujiente.