Este mes de abril, el precio del petróleo cayó a su mayor sima en cuatro años, arrastrado por las consecuencias indirectas de la guerra arancelaria declarada por Donald Trump y por los muy directos efectos del incremento en la producción de crudo decretado por la OPEP+ para mayo. Y ahora, con el mercado en su momento de mayor debilidad, los miembros más díscolos del bloque amenazan con aumentar todavía más la oferta.
Según informa Reuters, varios países integrantes de la OPEP+ (formada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y su ‘círculo exterior’, encabezado por Rusia) propondrán que el grupo acelere los aumentos de producción de petróleo en junio por segundo mes consecutivo. Con el crudo Brent luchando por mantenerse por encima de los 65 dólares por barril, un nuevo incremento en el bombeo llevaría al sótano de los que ya se espera que se mantengan bajos los próximos meses.
POSTURAS IRRECONCILIABLES ENTRE LOS REYES DEL PETRÓLEO
La agencia, que cita «tres fuentes familiarizadas con las conversaciones», indica que la disputa interna entre los miembros del cártel cada vez se acalora más.
Aunque se desconocen los partidarios concretos de intensificar aún más la producción, se sabe que esta facción desea aumentar el bombeo en un volumen similar al incremento de mayo. Y fueron Kazajistán e Irak quienes hace unos meses decidieron bombear muy por encima de las cuotas que tenían asignadas, provocando la ira de Arabia Saudí, país que ejerce de facto la jefatura del grupo.
De hecho, el reino no dudó en regañar a los infractores en la reunión celebrada el pasado 5 de abril, insistiendo en que el cumplimiento de las cuotas debía mejorar. Por toda respuesta, Kazajistán declaró que continuará priorizando sus intereses nacionales por encima de los de la OPEP+ al decidir sus niveles de producción.
KAZAJISTÁN E IRAK LLEVAN BASTANTE TIEMPO PROVOCANDO LA IRA DE ARABIA SAUDÍ AL SALTARSE SUS LÍMITES DE PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO, Y NO DAN NINGUNA MUESTRA DE DEPONER SU ACTITUD
Este miércoles, el ministro de Energía del país centroasiático, Almasadam Satkaliev, advirtió en declaraciones a Reuters que su Gobierno no podía reducir la producción de las grandes petroleras independientes que operan en su territorio y que descartaba la posibilidad de cerrar sus propios yacimientos, ya que tal medida dañaría su producción futura.
Aunque Kazajistán se había comprometido nominalmente a cumplir las cuotas de producción de petróleo pactadas por la OPEP+, el país continúa sobreproduciendo, al igual que Irak. Este último país incluso ha aumentado aún más su volumen de exportaciones, según estudios consultados por la agencia.
Esta actitud habría provocado fricciones con otros miembros del cártel, favorables a seguir las directrices establecidas por Riad, que consisten en ir recuperando la producción más lentamente, a un ritmo de 135.000 barriles por día (bdp). Esa es la pauta delineada en la estrategia de la OPEP+, dirigida a evitar un desplome excesivo de los precios que perjudique el negocio a largo plazo.
RECUPERAR LA PRODUCCIÓN
Los aumentos de producción decretados por la OPEP+ han surgido como reacción a las exigencias del presidente estadounidense, Donald Trump, quien en repetidas ocasiones ha instado al grupo a que tome medidas para reducir los precios del petróleo. Estas presiones se enmarcan en la política exterior estadounidense, enfocada en sabotear las economías de países rivales como Irán y Rusia.
Estos aumentos, que comenzarán en mayo y que podrían intensificarse en junio si la facción díscola del cártel se sale con la suya, están orientados a deshacer progresivamente el más reciente recorte de producción del grupo, de 2,2 millones de barriles diarios.
Así las cosas, las espadas están en todo lo alto de cara a la reunión que tendrá lugar el 5 de mayo entre los representantes de la OPEP+ para decidir las cuotas de junio.