En la época de ChatGPT y la IA, es habitual ver que cada vez más individuos optan por emplear soluciones como ChatGPT para diversas actividades, desde la diversión hasta su empleo. Aunque pueda parecer un gesto completamente inofensivo y hasta necesario para muchos, lo cierto es que este tipo de interacciones está resultando ser un factor de gasto económico significativo para las empresas que diseñan estas aplicaciones.
Aunque quizás sorprenda, este acto educativo conlleva un costo verdadero, y algunos especialistas en inteligencia artificial han observado que este comportamiento civil podría incrementar significativamente la demanda de energía. Vamos a explicarlo de manera sencilla
2El intercambio con ChatGPT mejora

Si los usuarios interactúan con el chatbot utilizando frases corteses como por favor y gracias, se incrementa la cantidad de texto en el intercambio. En otras expresiones, aunque las frases de cortesía no contribuyan con datos útiles para la inteligencia artificial, incrementan el tiempo de procesamiento y, por ende, el consumo de recursos.
Este incremento en el volumen de datos analizados incrementa la carga sobre los sistemas de servidores y, en consecuencia, el gasto energético, lo que eventualmente puede traducirse en un coste más alto para las empresas proveedoras de estas tecnologías.