Cuando piensas en una multa de tráfico, probablemente lo primero que te viene a la cabeza es un radar, un semáforo en rojo o una curva tomada con demasiada alegría. Pero lo que quizás no sabías es que la DGT también puede multarte por cosas que, sinceramente, parecen sacadas de un chiste… y no, no estamos exagerando.
Conducir con una gorra, hacerlo descalzo o incluso maquillarte mientras esperas en un semáforo podrían costarte hasta 200 euros. Suena surrealista, pero así están las cosas. La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene en su poder la facultad de multar por acciones que, aunque no estén prohibidas como tal, pueden interpretarse como un riesgo.
1¿Una gorra? Sí, eso también te puede costar caro

Imagina que sales de casa con solazo, te pones tu gorra favorta, te subes al coche… y unos minutos después, una patrulla te para y te suelta una multa. ¿El motivo? Tu visera limita el campo de visión. Puede sonar a excusa, pero legalmente es válido.
La DGT justifica este tipo de sanciones en el Reglamento General de Circulación, que establece que cualquier objeto que impida una visión clara del entorno puede ser sancionado. Así que sí, algo tan inocente como un accesorio puede acabar saliéndote por un ojo de la cara.,y no precisamente por el precio en la tienda.