La guadaña de Siemens Gamesa sigue muy afilada y los representantes sindicales siguen sin estar dispuestos a que la plantilla pague todos los platos rotos de la caótica gestión reciente de la compañía. Con estas premisas, el conflicto está servido: UGT-FICA ha rechazado la última ‘estocada’ planteada por la jefatura de la eólica sobre los trabajadores, que afectaría a 250 empleados.
GAMESA QUIERE DESHACERSE DE DOS CENTENARES DE EMPLEADOS
No hace ni tres meses que, con sangre, sudor y lágrimas, los sindicatos consiguieron reducir a menos de la mitad los afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en las oficinas de Siemens Gamesa. Finalmente se acordó que la medida alcanzaría a 179 trabajadores, en lugar de los 430 planteados previamente.
Este martes, el miedo volvió a la plantilla de la filial española de Siemens Energy tras conocerse que la dirección ha planteado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y otro ERE en su planta de Ágreda (Soria), poniendo en el filo de la navaja a 250 puestos de trabajo.
En concreto, los planes de la empresa consisten en aplicar el ERTE a 176 personas y el ERE a 70, durante un período de entre 18 y 24 meses, de forma que la suma de ambos procesos afectará al total de la plantilla actual.
La primera reunión para avanzar en los expedientes ha sido fijada el 28 de abril. En adelante se establecerá un calendario de negociación para establecer los términos del ajuste, un proceso que se adivina arduo a juzgar por la resistencia que ya están mostrando los representantes de los trabajadores.
UGT INVOCA A LA ADMINISTRACIÓN PARA DETENER EL RECORTE
Hasta tal punto llega la oposición sindical a los expedientes, que han pedido la intervención del Estado para frenar su aplicación. En concreto, la Federación de Industria, Contrucción y Agro (FICA) de UGT ha expresado su rechazo a los procesos de ERTE y ERE anunciados por Gamesa en Agreda y ha pedido la implicación de todas las administraciones para evitarlo.
A través de un comunicado, UGT-FICA denuncia «la falta de transparencia de la compañía y su mala fe al ocultar sus planes mientras se negaba a dar información». Según el sindicato, se había requerido a Gamesa para que desvelara sus planes respecto a la falta de carga de trabajo, sin obtener respuesta alguna.
La Federación exige «que se aproveche la capacidad de la planta de Ágreda y se apueste por nuevas líneas como Gas & Power». Asimismo, reclama «la implicación del Gobierno que avaló con 1.200 millones de euros a Siemens Energy para garantizar el futuro de la plantilla».
«Seguiremos defendiendo el empleo, la viabilidad de la planta y los derechos de los trabajadores y trabajadoras», concluye UGT-FICA.
LA CRISIS DE SIEMENS GAMESA
El via crucis de Siemens Gamesa comenzó hace nueve años y tiene mucho que ver con las dificultades inherentes a la industria eólica, pero también con la inoperancia de Siemens Energy a la hora de ponerse a los mandos de su filial española.
Es indudable que la disminución de la demanda, los cambios regulatorios y la competencia internacional han generado un entorno complejo para las empresas del sector de la energía de viento. Sin embargo, en 2016, su último año como empresa independiente, Gamesa registró un beneficio de 477 millones de euros. Estas ganancias no han hecho sino evaporarse a un ritmo cada vez mayor desde el desembarco germano en su capital.
Según las fuentes consultadas en su momento por MERCA2, Siemens está en la raíz de todos los problemas. Desde UGT-FICA fueron categóricos al señalar la «mala gestión de Siemens Energy» y el «propósito de desinversión en los activos no estratégicos de Siemens Gamesa» como las claves de la crisis en la eólica.