jueves, 24 abril 2025

Este es el ingrediente ‘secreto’ en la paella que usan los valencianos para darle el toque auténtico, y no es el azafrán

Hay platos que trascienden la mera alimentación para convertirse en iconos culturales, y pocos en España alcanzan la dimensión mítica del arroz más famoso del Levante. Hablar de la paella auténtica es adentrarse en un terreno donde las pasiones se desatan, las recetas se custodian como secretos de estado y cada maestrillo, o más bien cada familia valenciana, tiene su librillo. Siempre se piensa en el azafrán como el rey indiscutible, el toque dorado que define el plato, pero la realidad culinaria de la Comunidad Valenciana esconde otros ases en la manga, ingredientes más humildes quizás, pero igualmente cruciales para conseguir ese sabor genuino que transporta directamente a una barraca junto a la Albufera o a una comida dominical en la huerta.

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La búsqueda de la paella perfecta es casi una quimera para quien no ha nacido bajo el sol valenciano, un laberinto de debates sobre qué ingredientes son canónicos y cuáles una herejía. Se discute sobre el tipo de arroz, la conveniencia del conejo o el pollo, la presencia o ausencia de caracoles, pero a menudo se pasa por alto la importancia capital de ciertos elementos que, sin el brillo del azafrán, construyen la base misma del sabor característico del plato, ese regusto inconfundible que diferencia una buena paella de una imitación. Son precisamente esos componentes, como el pimentón dulce, el tomate bien sofrito o incluso una rama de romero fresco, los que marcan la diferencia entre un simple arroz con cosas y una experiencia culinaria que roza lo sagrado en tierras valencianas.

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MÁS ALLÁ DEL INGREDIENTE: EL ARTE DEL SOFRITO Y EL CALDO

Fuente Pexels

Si bien hemos destacado el pimentón, el tomate y el romero como posibles «ingredientes secretos», la verdad es que el auténtico secreto de una paella excepcional reside menos en un único componente y más en la ejecución magistral de cada paso, especialmente en la elaboración del sofrito y la calidad del caldo. El sofrito es la piedra angular donde se funden los sabores: el aceite de oliva virgen extra, las carnes bien doradas, las verduras frescas de temporada (como la bajoqueta y el garrofó, imprescindibles en la paella valenciana), el pimentón y el tomate cocinado a fuego lento. Es un proceso que requiere paciencia y atención al detalle, donde cada ingrediente debe cocinarse en su punto justo para liberar todo su potencial.

Paralelamente, el caldo es el vehículo que transportará todos esos sabores y los transmitirá al arroz. Un buen caldo casero, elaborado con los huesos y carcasas del pollo y el conejo, algunas verduras y, a veces, un toque de azafrán o ñora, marca una diferencia abismal respecto a los caldos industriales. La proporción exacta de caldo y arroz, junto con el control preciso del fuego durante toda la cocción, son habilidades que se perfeccionan con la experiencia y que definen la maestría del paellero. Sin un buen caldo y un sofrito bien ejecutado, la mejor paella se queda a medio camino.


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