Después de unos días de descanso… ¿quién no ha deseado que las vacaciones nunca se acaben? La vuelta al trabajo suele ser uno de esos momentos en los que el estrés se acumula y parece que la rutina no nos va a dejar respirar. Sin embargo, con algunos pequeños cambios en la manera en que afrontamos el regreso, ¡puede que no sea tan horrible!
El truco está en empezar con calma, no precipitarse. Si te preparas bien y tomas los primeros días con una actitud relajada, es probable que el regreso al trabajo no te cause tanto desgaste. A veces solo es cuestión de mirar las cosas desde otra perspectiva…
8Evita sobrecargar tu agenda

Una trampa común es llenar la agenda de reuniones y tareas justo después de las vacaciones. Si bien es importante organizarte, también es cruial no sobrecargar tu día. La vuelta al trabajo puede ser estresante si intentas hacerlo todo en el primer día.
Tómate las cosas con calma. Es mejor hacer menos pero con mayor calidad que querer abarcar demasiado y no rendir al 100%. Aprovecha los primeros días para hacer lo que realmente importa y no apresurarte a terminarlo todo de inmediato…