Después de unos días de descanso… ¿quién no ha deseado que las vacaciones nunca se acaben? La vuelta al trabajo suele ser uno de esos momentos en los que el estrés se acumula y parece que la rutina no nos va a dejar respirar. Sin embargo, con algunos pequeños cambios en la manera en que afrontamos el regreso, ¡puede que no sea tan horrible!
El truco está en empezar con calma, no precipitarse. Si te preparas bien y tomas los primeros días con una actitud relajada, es probable que el regreso al trabajo no te cause tanto desgaste. A veces solo es cuestión de mirar las cosas desde otra perspectiva…
5Reconecta con tus compañeros en tu vuelta al trabajo

Al regresar, no solo se trata de las tareas que tienes por delante, también es importante reconectar con tus compañeros de trabajo. Un café, una pequeña charla sobre lo que hiciste en tus vacaciones, puede ser justo lo que necesitas para suavizar la vuelta al trabajo.
A veces, esas pequeñas interacciones hacen que todo se sienta más liviano y ayudan a establecer un ambiente más relajado. Al fin y al cabo, el trabajo en equipo hace todo mucho más fácil.