martes, 22 abril 2025

Puedes hacerlo en casa: el truco ‘mágico’ de los técnicos para que tu móvil Android viejo vaya más rápido

Quién no ha sentido esa frustración. Tienes en la mano ese móvil que te acompañó fielmente durante años, ese que antes abría aplicaciones al instante y te permitía navegar sin esperas, y ahora… ahora parece que se ha puesto a huelga. Con el paso del tiempo, incluso el móvil más puntero acaba sucumbiendo a la ley de la gravedad digital, esa que hace que tu fiel dispositivo Android, antes un rayo, se convierta en una tortuga perezosa. Parece que el mero acto de desbloquear la pantalla requiere un esfuerzo titánico para el pobre aparato.

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Es un ciclo casi inevitable, ¿verdad? Compras un dispositivo flamante, disfrutas de su velocidad y fluidez durante una buena temporada, y poco a poco, casi sin darte cuenta, notas que algo falla. Las aplicaciones tardan en cargar, cambiar entre una y otra se convierte en un ejercicio de paciencia espartana, y la batería, la pobre, dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Este fenómeno, tan común como frustrante para el usuario medio, nos lleva a plantearnos si ha llegado la hora de desembolsar una buena suma en un terminal nuevo, creyendo que es la única solución viable ante la obsolescencia percibida.

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MÁS ALLÁ DE LA CACHE: MANTENIMIENTO INTEGRAL PARA TU ANDROID

Fuente Freepik

Si bien limpiar la caché (tanto la de las apps como la de la partición del sistema) es un paso fundamental y muy efectivo para revitalizar un Android lento, no es la única medida que podemos tomar para mantener nuestro dispositivo en forma. La acumulación de aplicaciones que ya no usamos es otro factor de peso que consume espacio de almacenamiento y puede tener procesos ejecutándose en segundo plano sin que nos demos cuenta. Desinstalar todas aquellas apps que no utilizas de forma regular libera recursos y ordena tu espacio digital, contribuyendo directamente a una mayor agilidad del terminal.

Además, la gestión del almacenamiento interno es crucial. Un teléfono casi lleno tiene que trabajar más duro para leer y escribir datos, lo que inherentemente ralentiza el rendimiento. Revisa qué archivos ocupan más espacio (fotos, vídeos, descargas) y considera moverlos a una tarjeta SD (si tu teléfono lo permite), a la nube o eliminarlos si ya no los necesitas. Otro ajuste menos conocido pero efectivo es desactivar las animaciones de la interfaz de usuario en las opciones de desarrollador (que hay que habilitar previamente); esto no acelera el procesador en sí, pero hace que las transiciones visuales sean instantáneas, dando una sensación de mayor rapidez y fluidez al usar tu Android, haciendo que parezca que va mucho más rápido de lo que realmente hacen los componentes internos.

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