martes, 22 abril 2025

OCU: cuidado con este gancho para venderte coches de segunda mano: es una trampa

Comprar un coche de segunda mano es una aventura, una forma estupenda de acceder a un vehículo que de otra manera no podrías permitirte, pero tiene sus riesgos inherentes que a menudo se disfrazan bajo un brillo superficial. El mercado de ocasión en España mueve mucho dinero, y donde hay transacciones importantes entre particulares o compraventas, siempre hay quien busca la manera de sacar tajada fácil a costa de la buena fe del comprador. Desgraciadamente, esta realidad es más común de lo que parece.

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Este mercado, tan vital para muchos hogares españoles que necesitan movilidad sin poder afrontar el coste de un vehículo nuevo, es un caldo de cultivo para las artimañas y los engaños, técnicas que van desde la simple omisión de información hasta la manipulación descarada de datos y elementos del vehículo. Estamos hablando de prácticas que no solo suponen un perjuicio económico notable para quien las sufre, sino que en muchos casos pueden poner en riesgo la seguridad al volante. Es fundamental abrir bien los ojos y no dejarse llevar solo por el precio atractivo o el aspecto exterior del coche.

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MANOS A LA OBRA: POR QUÉ LA OCU INSISTE EN LA INSPECCIÓN PROFUNDA

Fuente Freepik

Una vez que el informe del historial vehicular ha pasado el filtro y el coche parece tener un pasado relativamente limpio sobre el papel, llega el momento crucial de la inspección física detallada, una fase que va mucho más allá de dar una vuelta rápida alrededor del coche o sentarse en el asiento del conductor. Esta revisión debe ser minuciosa y sistemática, prestando atención a detalles que el vendedor podría haber intentado ocultar: diferencias de tonalidad en la pintura que sugieran reparaciones de chapa, desgaste excesivo del volante, pedales o asiento (que no cuadre con los kilómetros declarados), ruidos extraños al arrancar o al circular, funcionamiento de todos los sistemas electrónicos, estado de los neumáticos, y cualquier signo de fuga o corrosión en el motor y los bajos. La OCU siempre enfatiza que no hay prisa en este punto.

La mejor garantía para no caer en una trampa, incluso después de consultar informes y realizar una inspección superficial propia, es llevar el coche a un taller de confianza para que lo revise un mecánico profesional antes de cerrar la compra, una prueba de fuego donde un ojo experto podrá detectar problemas que para el comprador medio pasarían completamente desapercibidos. El mecánico podrá comprobar el estado real del motor, la caja de cambios, los frenos, la suspensión y la estructura del vehículo con herramientas y conocimientos técnicos específicos, identificando desgastes anómalos, reparaciones deficientes o manipulaciones en el kilometraje que no son obvias a simple vista. Esta revisión pre-compra, aunque suponga un pequeño coste adicional, es la inversión más inteligente para asegurar que el coche que se compra está realmente en el estado que se anuncia y que no esconde sorpresas desagradables que acaben costando mucho más a la larga, un paso que la OCU considera prácticamente obligatorio para una compra segura y informada, mitigando los riesgos de este gancho tan extendido en el mercado de segunda mano.

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