La situación de los repartidores de Glovo sigue siendo, cuando menos, delicada. El proceso de contratación ya ha generado una denuncia legal y varias quejas de repartidores que no están felices con las nuevas condiciones de trabajo, y ahora apunta a la primera acción de calle convocada por un sindicato, la CGT, para el Uno de Mayo, precisamente el día del trabajador que, al ser festivo, es una fecha importante para la empresa por ser una de las que más pedidos genera.
A esto se suma, por supuesto, el valor simbólico de llamar a una protesta, un día clave dentro de las luchas laborales. En cualquier caso, la decisión viene sobre todo por las condiciones de trabajo ofrecidas por las flotas, tanto por los sueldos, que varios repartidores señalan son menores de lo que cobraban como autónomos, como por los horarios partidos que se separan en hasta 4 turnos al día lo que les obliga a pasar hasta 14 horas en la calle. Es un nuevo reto, que además deja claro la diferencia entre el contrato directo con la empresa y el trabajar a través de un intermediario, un modelo similar al de las VTC.
En cualquier caso, todavía hay tiempo antes de la protesta, y no hay planes de otro tipo de protestas más radicales anunciados por el sindicato, de momento. Al mismo tiempo, hay al menos una demanda colectiva realizada por los repartidores que sienten que la forma en la que se ha avanzado en el proceso ha violado sus derechos fundamentales, por lo que el unicornio español tiene más de un problema sobre la mesa. En cualquier caso, desde la empresa sabían desde un principio que no sería un proceso simple, y no esperan que se complete hasta después del verano. Por tanto, todavía hay tiempo de revisar detalles.
También es cierto que tener que lidiar con sindicatos de esta forma es una nueva realidad para la empresa. Hasta ahora el trabajar con autónomos evitaba que estos formaran parte de su día a día, uno de los puntos que se reclama en la actual demanda contra la empresa, pero es una de las nuevas realidades que llega de la mano de este proceso, y en particular de los retos de trabajar con una parte de la flota externalizada, realidad que ya conoce uno de sus principales rivales en el territorio español, Uber Eats.
Por ahora el proceso sigue avanzando, y aunque a medida que se han aclarado dudas también han nacido otras sigue siendo clave para el futuro de la empresa y del sector. En cualquier caso también es evidente que para los sindicatos entrar de lleno en este espacio aprovechando la oportunidad es también una pieza clave de un rompecabezas que ha resultado más complicado de lo que esperaba Glovo al inicio de este proceso.
LOS REPARTIDORES AUTÓNOMOS CASTIGADOS MIENTRAS DURA EL PROCESO DE CONTRATACIÓN
Pero quizás la realidad de los repartidores que insisten en mantenerse como autónomos sea aún peor. Han denunciado varias veces que a medida que ha avanzado este proceso de contratación han ido recibiendo menos pedidos en la aplicación, sea por la mayor cantidad de repartidores compitiendo en los mismos espacios debido al nuevo modelo o bien por qué el algoritmo los ha dejado por fuera, algo que la empresa de momento ha negado en varias ocasiones. Al mismo tiempo es evidente que, dado que Glovo no quiere tener más autónomos en la plataforma, estos no son la prioridad en este momento, incluso si han sido claves hasta ahora.

Ha sido otro de los grandes problemas de este proceso, que no todos los trabajadores de las plataformas de delivery están de acuerdo con este cambio de modelo. Es un reto extra para el sector, mantener la cantidad de trabajadores necesaria en el nuevo modelo, a pesar de que según ha anunciado la propia empresa, serán necesarios menos repartidores bajo contrato que los que operaban como autónomos.
Además, es de esperar que a medida que se firmen convenios y se llegue a acuerdos con los nuevos trabajadores se sumen condiciones clave, como bonificaciones por facturación y horarios. Son pasos que irán dándose a medida que el nuevo modelo termine de establecerse, marcando cómo funcionará la empresa en esta nueva realidad, y cómo reaccionan los usuarios.
GLOVO EN VARIOS HURACANES
En cualquier caso, la empresa de reparto de alimentos está tratando de dejar atrás varias crisis relacionadas precisamente a la relación laboral de la empresa con sus repartidores. No solo se trata de la demanda colectiva, o de esta protestas, sino que además Oscar Pierre está enfrentando un juicio en fiscalía por una posible violación de los derechos de los trabajadores.
Es una combinación de problemas que no solo hace evidentes los problemas de los trabajadores, sino también lo delicado que es este proceso de contratación. Será interesante seguir de cerca la situación, y saber cómo se materializa el nuevo modelo y como afecta tanto a los repartidores que se mantengan en la plataforma tras la tormenta y como afecta a los usuarios.