lunes, 21 abril 2025

No son los papeles: esta nueva razón de la DGT puede dejarte sin coche

Muchos conductores viven con el temor constante de que un descuido con la documentación del vehículo o una ITV caducada les deje tirados en la cuneta, pero los tiempos cambian y las prioridades de la DGT también evolucionan. Más allá del papeleo, que sigue siendo crucial, emergen nuevas causas que pueden llevar a la inmovilización inmediata del coche, situaciones que a menudo pillan por sorpresa a los propios afectados y que conviene conocer a fondo para evitar males mayores en nuestros desplazamientos diarios o vacacionales.

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Estos nuevos escenarios ponen el foco en la actitud del conductor y en el estado real del vehículo más allá de lo que certifiquen los papeles, reflejando una preocupación creciente por la seguridad vial activa y por la calidad del aire que respiramos. Negarse a una prueba de detección de alcohol o drogas, o circular con un vehículo cuyas emisiones contaminantes sean descaradamente visibles, son ahora motivos suficientes para que los agentes de la autoridad decidan que nuestro coche no puede seguir circulando, una medida drástica pero cada vez más presente en las carreteras españolas y amparada por la normativa vigente impulsada por la DGT.

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MÁS ALLÁ DE LA PEGATINA DE LA ITV: EL HUMO TAMBIÉN CUENTA

Fuente Freepik

La Inspección Técnica de Vehículos es un trámite fundamental que garantiza, sobre el papel, que un coche cumple unos mínimos para circular, pero la realidad diaria en carretera a veces cuenta otra historia. Los agentes de Tráfico están facultados para detectar a simple vista si un vehículo está emitiendo una cantidad de humo excesiva o claramente contaminante, independientemente de que la pegatina de la ITV esté en regla y vigente. Esta percepción visual, aunque subjetiva en primera instancia, puede ser el detonante para una inspección más detallada o, directamente, para la inmovilización cautelar si la evidencia es flagrante y persistente.

Esta potestad de los agentes subraya la idea de que la responsabilidad sobre el estado del vehículo es continua, no limitada a la fecha de la inspección periódica, y la DGT pone énfasis en ello. Un coche que supere de forma notoria los límites de emisiones establecidos, ya sea por una avería sobrevenida, una falta de mantenimiento o una modificación ilegal, representa un riesgo medioambiental y para la salud pública que justifica plenamente la intervención inmediata para sacarlo de la circulación hasta que se subsane el problema, demostrando el compromiso de la DGT con la reducción de la polución.

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