En la jungla digital en la que vivimos, los timos telefónicos se han convertido en una plaga cotidiana, mutando con una rapidez que asusta. Precisamente por ello, la alerta lanzada por la OCU sobre el timo de la ‘doble llamada’ merece toda nuestra atención, ya que explota nuestra confianza en las entidades bancarias de una manera particularmente retorcida. Esta estafa, que parece sacada de un guion de cine negro, juega con la urgencia y la supuesta seguridad para despojarnos de nuestros datos más sensibles en cuestión de segundos.
La mecánica es diabólicamente sencilla pero efectiva; recibes una llamada de alguien que dice ser de tu banco, quizá alertando sobre un movimiento sospechoso o una actualización de seguridad necesaria. Tras una breve conversación, cuelgan bajo algún pretexto convincente, solo para que, casi al instante, suene de nuevo el teléfono, esta vez desde un supuesto departamento diferente de la misma entidad, listo para «verificar» información que, en teoría, ya deberían poseer. Es un engranaje diseñado para confundir y presionar, aprovechando el desconcierto del momento.
3INGENIERÍA SOCIAL AL DESNUDO: CÓMO MANIPULAN TU CONFIANZA

Este timo es un ejemplo de manual de ingeniería social, una técnica que manipula la psicología humana para obtener información confidencial o realizar acciones perjudiciales. Los estafadores explotan resortes emocionales básicos, como el miedo a perder dinero o a tener problemas de seguridad, la confianza en la autoridad que representa una entidad bancaria, y el deseo de solucionar rápidamente un problema aparentemente grave. La profesionalidad fingida y el lenguaje técnico contribuyen a la puesta en escena.
Juegan con la urgencia, transmitiendo la idea de que cada segundo cuenta para evitar un supuesto desastre financiero, presionando para que actúes sin pensar. También pueden usar la táctica de la «validación previa», mencionando datos que ya conocen para que asumas que el resto de la interacción es igualmente legítima, una estrategia sobre la que la OCU ha alertado repetidamente a los consumidores. Es fundamental entender que la manipulación es su principal herramienta, más allá de cualquier sofisticación tecnológica.