En la jungla digital en la que vivimos, los timos telefónicos se han convertido en una plaga cotidiana, mutando con una rapidez que asusta. Precisamente por ello, la alerta lanzada por la OCU sobre el timo de la ‘doble llamada’ merece toda nuestra atención, ya que explota nuestra confianza en las entidades bancarias de una manera particularmente retorcida. Esta estafa, que parece sacada de un guion de cine negro, juega con la urgencia y la supuesta seguridad para despojarnos de nuestros datos más sensibles en cuestión de segundos.
La mecánica es diabólicamente sencilla pero efectiva; recibes una llamada de alguien que dice ser de tu banco, quizá alertando sobre un movimiento sospechoso o una actualización de seguridad necesaria. Tras una breve conversación, cuelgan bajo algún pretexto convincente, solo para que, casi al instante, suene de nuevo el teléfono, esta vez desde un supuesto departamento diferente de la misma entidad, listo para «verificar» información que, en teoría, ya deberían poseer. Es un engranaje diseñado para confundir y presionar, aprovechando el desconcierto del momento.
1LA PRIMERA LLAMADA: EL ANZUELO BANCARIO PERFECTO

El primer acto de esta obra de engaño comienza con una llamada que parece totalmente legítima; al otro lado de la línea, una voz amable y profesional se identifica como empleado de tu entidad bancaria. Suelen argumentar un motivo plausible, como una supuesta operación sospechosa en tu cuenta o la necesidad urgente de actualizar tus protocolos de seguridad, generando así una alarma controlada pero suficiente para captar tu atención inmediata. Lo crucial en esta fase es que, habitualmente, no te solicitarán directamente datos sensibles, lo que contribuye a bajar la guardia y a percibir la llamada como genuina.
Esta primera toma de contacta actúa como un cebo cuidadosamente preparado; el interlocutor puede incluso mencionar algún dato tuyo que ya posea (obtenido de filtraciones previas) para reforzar su credibilidad. El objetivo no es obtener la información clave aún, sino sembrar la semilla de la preocupación y preparar el terreno para el siguiente paso, asegurándose de que estés receptivo y predispuesto a colaborar cuando llegue la segunda llamada «verificadora». La OCU subraya la importancia de desconfiar de cualquier llamada no solicitada, incluso si parece venir del banco.