Las croquetas son uno de esos platos que le gustan a practicamente todo el mundo. Es una de las preparaciones nacionales de las que más orgullosos no sentimos. Están presentes en tapas, en comidas familiares, en picnics, en celebraciones informales…. Con una corteza crujiente y un interior cremoso, su versatilidad y sabor han conquistado paladares alrededor del mundo. Además, las croquetas son una excelente manera de aprovechar sobras, evitando el desperdicio de alimentos y transformando ingredientes simples en una verdadera delicia culinaria.
3PREPARAR LAS VERDURAS

Para comenzar, lavamos y picamos finamente los calabacines, los espárragos, la cebolla y la zanahoria. En una sartén grande, calentamos un chorro de aceite de oliva virgen extra y añadimos las verduras picadas. Cocinamos a fuego medio hasta que estén tiernas, removiendo de vez en cuando para evitar que se quemen.
Mientras tanto, preparamos el roux, esa mezcla de harina y grasa (en este caso el aceite de oliva) que es fundamental para lograr una bechamel perfecta. En otra sartén, calentamos 40 gramos de aceite de oliva virgen extra a fuego medio y añadimos 40 gramos de harina de trigo, removiendo constantemente con una cuchara de madera o un batidor de varillas. Este paso es crucial, ya que evita que la bechamel tenga grumos y asegura una textura suave. Cocinamos el roux durante unos minutos hasta que adquiera un ligero color dorado.