Cristina Pedroche ha roto su silencio en uno de los momentos más sensibles de su vida personal y profesional. La presentadora, que se encuentra ya en la recta final de su segundo embarazo, ha querido compartir con sus seguidores una importante decisión que ha tomado en medio del torbellino emocional que atraviesa. Con su característico tono honesto y espontáneo, la madrileña de 36 años ha abierto su corazón para hablar sobre la intensidad con la que está viviendo esta segunda maternidad, marcada por el cansancio físico, la falta de sueño y la ansiedad propia de los grandes cambios. A diferencia de su primera experiencia con Laia, su hija de dos años, este nuevo embarazo ha llegado en un contexto radicalmente distinto, mucho más agotador, como ella misma ha confesado con una mezcla de ternura, agotamiento y sinceridad brutal.
1Las palabras de Cristina Pedroche

“Cansada pero muy feliz”. Así resumía Pedroche su estado actual, haciendo una confesión que ha resonado con muchas madres que atraviesan situaciones similares. En un mensaje cargado de autenticidad, la presentadora imploraba a sus seguidores que le confirmaran que en algún momento los niños duermen del tirón, sin pedir teta, sin moverse tanto, sin patadas a medianoche. Su tono, aunque divertido, delataba el agotamiento acumulado. “Ojalá lo hiciera antes de que viniera el otro porque si no no sé cómo me voy a apañar durmiendo con los dos”, escribía a la desesperada. Este tipo de reflexiones, lejos de ser simples anécdotas, dejan entrever la verdadera dimensión emocional que está teniendo esta etapa para ella: una mezcla entre ilusión desbordante y agotamiento extremo, entre felicidad profunda y una logística diaria que se complica con cada semana de gestación.
Cristina está a solo tres meses de dar a luz a su segundo hijo, un niño muy deseado que nacerá en julio y cuya llegada ha estado rodeada de rumores, especulaciones y cierto misterio. Las informaciones sobre una posible crisis en su matrimonio con el chef David Muñoz no han dejado de multiplicarse, alimentadas en parte por la escasa presencia de ambos en las redes sociales del otro. Los seguidores más atentos han notado que desde hace meses no se intercambian likes, comentarios ni aparecen en fotos juntos, algo que ha disparado todas las alarmas. Sin embargo, lejos de confirmar ninguna ruptura, Pedroche ha optado por mantener un perfil bajo, sin desmentidos explícitos pero con gestos que, para muchos, son suficientes para entender que las cosas podrían no estar tan bien como parecen.
Una de las señales más claras que alimentó las sospechas de crisis fue la reciente mudanza de Cristina a la casa de sus padres en Vallecas, donde lleva ya dos semanas viviendo junto a su hija. La noticia fue interpretada como una posible separación, pero el entorno de la pareja se apresuró a aclarar que se trata de una situación temporal. Según confirmaron a la revista ¡Hola!, el motivo del traslado es una transición logística entre la antigua vivienda y la nueva casa familiar, a la que se mudarán próximamente con su segundo hijo. En este contexto, los médicos habrían recomendado a la presentadora que pasara estos meses lo más tranquila posible, y ella encontró en su barrio de toda la vida el lugar perfecto para ello. “Ahora hay un baño para todos. Es guay porque he vuelto al barrio y cuando bajo a pasear con mi hija siento que nunca he salido. Tú puedes irte del barrio, pero el barrio no sale de ti. Soy una más”, declaraba con orgullo.