Telefónica ya ha desinvertido en Argentina, en Perú, pronto lo hará en Colombia, y están en la puerta de salida sus inversiones en Chile, México, Uruguay y Ecuador. Las razones están en la necesidad de desinvertir en mercados que no están siendo rentables, atendiendo a la nueva «disciplina financiera de hierro» que quiere implementar el presidente de la teleco, Marc Murtra. Pero la salida de los distintos mercados de Latinoamérica donde el grupo teleco español tenía intereses tiene también que ver con la necesidad de cuidarse en materia de seguridad jurídica, que desde el operador entienden como un «pilar fundamental para atraer inversión extranjera directa».
En una entrada del blog del grupo de telecomunicaciones titulado «Más, mejores y más seguras inversiones», precisamente la Directora de Políticas Públicas de Telefónica Hispam, Ana Valero Huete, y la Jefe de Políticas Públicas en Telefónica Hispam, Ana Blanco López-Alfaro, disertan sobre cómo la seguridad jurídica es clave a la hora de decidir dónde invertir en el extranjero, «ya que proporciona certidumbre a los inversores sobre la estabilidad de las normas y la protección de sus derechos».
Las autoras dejan muy claro que estos mecanismos arbitrales internacionales «se han consolidado como herramientas clave para resolver disputas vinculadas a inversiones, generar confianza y atraer inversiones a los mercados emergentes, como por ejemplo de América Latina».
la seguridad jurídica es clave a la hora de decidir dónde invertir en el extranjero, «ya que proporciona certidumbre a los inversores sobre la estabilidad de las normas y la protección de sus derechos
Y esta afirmación resulta significativa precisamente cuando la división Hispam de Telefónica está acelerando desinversiones en la región, después de que ya en 2021, y bajo el mandato de José María Álvarez- Pallete, Telefónica anunciara un plan de para ir abandonando el continente americano. El pasado mes de febrero Telefónica vendió su filial en Argentina al grupo Clarín, al que pertenece la operadora de telefonía Telecom, por unos 1.100 millones de euros. La merma de rentabilidad, problemas relacionados con el valor al cambio de divisas, y que en cuanto a seguridad jurídica, el país esté en manos de Javier Milei no ofrece demasiadas garantías, son las razones del abandono en Argentina.
Telefónica también ha anunciado la venta de su filial en Colombia por razones parecidas. La operación está todavía pendiente de aprobación por las autoridades regulatorias, pero todo parece indicar que la operación, de unos 368 millones de euros, dejará la filial en manos del grupo Millicom.
Este pasado domingo la operadora española ha cerrado la venta de Telefónica del Perú, por 900.000 euros. La división andina, también desde febrero, estaba en concurso de acreedores. Su situación financiera se ha visto muy negativamente afectada por las contingencias fiscales y decisiones administrativas que han colocado a la compañía en una posición de desventaja competitiva. El grupo mantenía abierto un arbitraje ante el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a inversiones) en el que Telefónica reclama 1.122 millones de euros al Gobierno peruano por impuestos pagados en el país y provisiones fiscales pendientes de abonar.

TELEFÓNICA Y LOS TRATADOS DE INVERSIÓN
Valero y Blanco analizan en su entrada de blog los pasos que la compañía está dando en los distintos foros internacionales para actualizar y modernizar los Tratados de Inversión internacionales y las reformas que precisan para mejorar. Así explican que la compañía ha estado presente en la Conferencia sobre Tratados de Inversión organizada conjuntamente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL), para debatir sobre cómo «Modernizar los Tratados de Inversión para Apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)» en el marco de las reuniones organizadas por el equipo de Inversiones de OCDE.
Según explican las especialistas de Telefónica, el evento contó con la participación de responsables políticos, expertos legales, líderes empresariales, académicos y representantes de la sociedad civil para reflexionar sobre esas «reformas a introducir en los tratados de inversión internacionales».
aunque los gobiernos «puedan legislar para proteger el interés público», esto no significa que pueda derivar en «medidas arbitrarias repentinas que afecten injustamente a los inversionistas
Así, aclaran cómo desde Telefónica, trabajan con otras compañías a través de Business at OCDE (BIAC) para «llevar las principales recomendaciones del sector privado a la reunión y reforzar la necesidad de seguridad jurídica para fomentar y atraer inversiones». Y ahí es donde dan en el clavo de los muchos problemas que le han surgido a Telefónica en alguno de sus mercados latinoamericanos: «La seguridad jurídica minimiza la discrecionalidad estatal y protege contra cambios regulatorios abruptos, un factor crítico en economías con historiales de inestabilidad política. Diversos estudios demuestran que países con regímenes legales estables atraen más Inversión Extranjera Directa (IED)».
Así, Telefónica esta muy al tanto de cómo invertir en otros mercado. El debate modernizador se centró, por ejemplo, en los beneficios «de actualizar los tratados para atraer inversiones sostenibles y movilizar financiamiento privado hacia proyectos climáticos», y en la necesidad de «equilibrar la protección a inversores con el derecho de los Estados a regular».
Se hizo hincapié también en que, aunque los gobiernos «puedan legislar para proteger el interés público», esto no signifique que pueda derivar en «medidas arbitrarias repentinas que afecten injustamente a los inversionistas». Ahí el caso de Telefónica del Perú es un claro exponente. Inciden pues que en países «con déficit de gobernanza, este equilibrio es aún más crítico y la necesidad de contar con acuerdos bilaterales que contemplen protección ante determinado tratamiento discriminatorio o injusto por parte de los Estados, es clave«.
Sin olvidar el caso de Perú, que muestra todos los problemas sobre los que se habló en la conferencia, allí se debatieron, por ejemplo, «problemas como la falta de consistencia y transparencia en las decisiones arbitrales, así como los altos costos asociados a los procedimientos«. Y se concluyó, por tanto, que el «mecanismo arbitral internacional es necesario para proteger las inversiones. Y, como recomienda UNCTAD, establecer también métodos preventivos de gestión de disputas».
«la falta de seguridad jurídica representa un obstáculo crítico para la Inversión Extranjera Directa (IED), por ejemplo, en regiones como América Latina
Determinaron que el arbitraje permite resolver conflictos fuera de los tribunales locales, evitando sesgos percibidos. Un sistema equilibrado del Sistema de Solución de Controversias Inversionista-Estado (ISDS) «sigue siendo esencial para garantizar la seguridad jurídica y evitar que las disputas se conviertan en moneda de cambio político entre Estados.
También analizaron cambios recientes en el diseño de los tratados, «para alinearlos con las prioridades actuales, como el desarrollo sostenible y la resiliencia económica global», ya que el futuro exige «sistemas más inclusivos que equilibren los derechos de los inversores con las prioridades de desarrollo sostenible de la región«.
Y las especialistas concluyen que «la falta de seguridad jurídica representa un obstáculo crítico para la Inversión Extranjera Directa (IED), por ejemplo, en regiones como América Latina«. Entienden que se pueden hacer «reformas legales e institucionales que fortalezcan el estado de derecho y reduzcan la incertidumbre» para atraer inversiones extranjeras que impulsen un desarrollo económico sostenible. Y ahondan en la necesidad de crear «condiciones adecuadas para la atracción de inversiones» como claves para el desarrollo económico y social de los países.
Las dos especialistas no hacen mención a cómo las erráticas políticas arancelarias de Donald Trump pueden hacer saltar por los aires todas estas buenas intenciones de orden y concierto en la inversiones internacionales. Tratar el tema dará, en el futuro, para más de una conferencia internacional.