sábado, 19 abril 2025

Sueños de libertad trae un nuevo capítulo cargado de entramados amorosos

La existencia en Sueños de libertad no es sencilla. Cada uno de sus actores lleva a cuestas una mochila de emociones que llegará, en alguno de los casos, a abrirse. En este nuevo capítulo, las confesiones, las batallas por el poder o por las penurias cotidianas tejen una red de tensiones que parece dejar huella.

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Digna, saturada con la salud de su hijo y con las emociones contradicciones, se confiesa a Don Agustín; mientras que Damián organiza sus ideas para hacer frente a Don Pedro. Carmen, por otro lado, en la cantina lucha con las problemáticas logísticas que podría acabar con su negocio. En la vida de esta novela, la libertad parece un sueño terriblemente esquivo y siempre sometido a condiciones.

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DIGNA, LUIS Y EL PESO DE LA CULPA

Sueños de libertad trae un nuevo capítulo cargado de entramados amorosos
Fuente: Atresmedia

Digna, desconfiada por su hijo en Sueños de Libertad, no solo necesita cargarlo, sino que también se ve acechada por el fantasma de las decisiones ya pasadas. Cada vez que pasea su mirada por los ojos de Don Agustín, siente que está ahondando la traición de la confianza que ha vertido él en ella misma, más el corazón no entiende de razones.

El amor hacia Luis es una herida aún no cicatrizada, un dolor que la acompaña hasta en la noche durante sus sueños. Y más, con la vida de su hijo haciéndose más escasa, esa angustia se multiplica, de tal forma que cada segundo se convierte en una agonía silenciosa. La pesadilla que una noche la despierta en mitad del sueño no es un simple mal sueño; es un eco de su mayor remordimiento por lo que ha perdido.

La imagen de Jesús, su hijo perdido, se mezcla con el presente de la vida, como si el destino le advirtiese que no puede escapar de su desastre. Por entonces, el doctor Herrera mantenía un rostro impasible, pero los ojos sí mostraban algo de preocupación. En la vorágine del suceso, Don Agustín asume el rol de ser la roca, pero inclusive él mismo, reconoce que la lejanía de Digna no es broma.

Hay secretos que, al ser descubiertos, lo cambian todo, y empieza a interrogarse acerca de lo que puede haber oculto tras sus silencios. Mientras Luis permanece en coma, la incomunicación es tensa en la sala de espera. Cada mirada y cada exhalación de tranquilidad se convierten en las palabras no explicitadas. Y allí, en ese limbo de la duda, Digna se ve cuestionando si en el futuro podrá volver a perdonarse a ella misma.

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