Todo en la década de los 20 Madrid está lleno de fiestas, intrigas, y sueños por cumplir. En este fervor popular La Favorita es más que un restaurante, es el escenario donde se juegan cifradas vidas. El siguiente capítulo de la serie no dejará indiferente a nadie: un temblor que agitará las vidas del local de la serie y de sus protagonistas.
Con Elena y Julio enfrentándose a una misión de riesgo, el resto del plantel se enfrenta a sus propios demonios y en la ausencia de los líderes solo se puede esperar el caos en el local de la serie. Telecinco no será lo mismo después de este lunes a las 23:00h.
2EL PESO DE UN SECRETO

Una vez que Elena y Julio se han marchado de La Favorita, Lourdes se hace cargo con determinación; sin embargo, la tensión la lleva a un extremo. Una vez más, su enfermedad golpea con fuerza y la obliga a hacer lo impensable: confesar su condición frente a todas. En una cultura que considera la vulnerabilidad como debilidad, su confesión es un acto valiente que le puede costar el empleo o ganarse el respeto de sus compañeras. «No soy perfecta, pero sigo aquí», parece decir su mirada retadora.
La reacción no se hiciera esperar. Cecilia, siempre práctica, es la primera en tendérsela, y Rosa la mira con recelo, como temiendo que la enfermedad de Lourdes la afecte negativamente en su trabajo. De pronto, el restaurante se convierte en un microcosmos de la sociedad: unos ven a la humanidad; otros, la incomodidad. Pero es Manuel, con su torpeza habitual, quien, al desvelar que ya lo sabía, hace saltar un entramado de secretos y complicidad.
El tiempo de espera se vuelve interminable y la enfermedad de Lourdes es un espejo en el que cada uno puede ver reflejadas sus frágiles certidumbres. Ana, tan perfeccionista, se da cuenta de que el control absoluto es una mera ilusión; Miguel, tan seguro de sí mismo, duda en su capacidad por primera vez. Entre el caos, surge una solidaridad frágil como una copa de cristal, pero igual de significativa.